El emperador romano Diocleciano, en el año 305, después de 20 años de gobierno, decidió abdicar de su cargo e irse a vivir al Palacio que había mandado construir en la costa de Dalmacia, concretamente en la bahía de Split.
Con los siglos, el centro histórico de esta ciudad fue creciendo en torno a este palacio romano, convirtiéndose el palacio Diocleciano en el corazón de la ciudad de Split.
La ciudad de Split ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, siendo uno de los lugares más sobresalientes, como os podéis imaginar, el Palacio Diocleciano, considerado como uno de los mayores y mejor conservados de la época romana.
Además de su belleza y de sus numerosos puntos de interés, Split es una ciudad muy aclamada por los turistas, por servir como punto de partida para visitar las preciosas islas croatas.
Si queréis saber que ver en Split, quedaros con nosotros que a continuación os lo contamos.
1.- La Puerta de Oro
La Puerta de Oro, también conocida como la Puerta Norte o Puerta Aurea, era una de las cuatro puertas romanas de acceso al Palacio Diocleciano.
Ubicada en el lado norte, era la puerta principal por la que el emperador entraba al complejo. De hecho, cuando entró por primera vez, lo hizo a través de esta puerta.
Se trata de una obra colosal, con doble puerta, que formaba parte del sistema de defensa militar.
2.- La Puerta de Hierro
Esta puerta se halla en el lado oeste de este hermoso palacio. Originalmente era una puerta militar por la que entraban las tropas al complejo.
En el siglo XI se construyó sobre esta puerta la pequeña iglesia de Nuestra Señora del Campanario.
Muy próxima a la puerta podemos observar un interesante campanario con un bello reloj renacentista. El reloj de la ciudad, como así se le conoce, es único al contener 24 números en vez de 12.
3.- La Puerta de Bronce
La puerta de Bronce, también llamada Puerta Aenea, es más pequeña y modesta que el resto de las puertas. Este acceso se encuentra en la fachada sur del palacio, es decir en la fachada que mira hacia el mar y el puerto.
La sencillez de esta puerta rompe con la belleza y la elegancia de la fachada donde se halla. De hecho, es la fachada más bella de todas, al ser la única que no se encuentra fortificada.
4.- La Puerta de Plata
Ubicada en la fachada que da al lado este del edificio.
Esta puerta también fue decorada, aunque de forma más modesta que la puerta principal, la Puerta de Oro.
A ambos lados de este acceso podrás observar los restos de las torres octogonales.
5.- La Estatua de Gregorio de Nin
Frente a la puerta de Oro se halla uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, la escultura del arzobispo medieval Grgur Ninski.
Si te paras un rato frente a ella, observarás que la gente se acerca hasta aquí y frota el dedo del pie izquierdo, en busca de la buena suerte. Nosotros no creemos en este tipo de supersticiones, pero nos pareció este lugar muy fotogénico.
6.- El Peristilo, un lugar imprescindible que tienes que ver en Split
El lugar más extraordinario de todo el complejo romano, por lo menos el que más nos gustó a nosotros fue el Peristilo.
El Peristilo es el patio interior del Palacio Diocleciano delimitado, por tres de sus lados, por una serie de columnas, cuyos capiteles están exquisitamente labrados.
Este lugar brindaba acceso a las zonas sagradas. En el lado oeste estaban tres templos: El de Venus, el de Cibeles y el de Júpiter, siendo este último el único que se conserva en pie. Y en el otro lado opuesto, el mausoleo de Diocleciano, hoy convertido en la catedral de San Duje.
7.- La Catedral de San Duje
Este edificio, de planta octogonal y rodeado de columnas, era originalmente el mausoleo del emperador Diocleciano. Fue construido a finales del siglo III, utilizándose para ello piedra caliza y mármol.
Siglos más tarde, concretamente en el siglo VIII, se retiró el sarcófago que contenía el cuerpo del emperador, pasando a convertirse este mausoleo en catedral católica.
Lo que más nos llamó la atención fue su alto campanario románico, erigido a finales del siglo XII y reconstruido a comienzos del pasado siglo XX.
El Palacio Diocleciano estaba decorado con numerosas esfinges. De todas ellas sólo tres han podido sobrevivir durante estos 3500 años. Una de estas esfinges se halla en el peristilo, custodiando la entrada de la catedral.
Parece que a los romanos también les gustaba la cultura de los antiguos egipcios.
8.- El Templo de Júpiter o Baptisterio de San Juan
El Templo de Júpiter fue construido entre 295 y 305 como parte del Palacio de Diocleciano. Estaba dedicado al dios romano Júpiter y poseía un atrio con seis columnas.
En la Edad Media, se reformó este templo y lo cristianizaron, pasando a convertirse en el Baptisterio de San Juan.
Antes de la entrada al Templo podemos ver una de las doce esfinges traídas de Egipto por el Emperador Diocleciano.
Esta antigua esfinge de granito negro ha llevado peor el paso de los años en comparación con la esfinge que se halla en el peristilo, ya que le falta la cabeza.
9.- La calle “Déjame pasar” (Pusti me proc)
Justo al lado del templo de Júpiter se halla esta curiosa calle que su nombre lo dice todo: Déjame pasar.
Se trata de una calle muy estrecha, donde dos personas a la vez no la pueden atravesar, de ahí su nombre.
Por lo demás, no tiene nada de especial. Además de estrecha, también es bastante pequeña, por lo que tal vez no debería de considerarse como una calle.
10.- El Vestíbulo
Entre en Peristilo y la puerta de Bronce se haya el Vestíbulo, una impresionante dependencia de planta circular que goza de una excelente acústica.
Este monumental vestíbulo daba acceso a los antiguos salones imperiales.
11.- Los sótanos
Bajo el palacio de Diocleciano existe un conjunto de salas y corredores subterráneos que representan uno de los complejos antiguos mejor conservados en el mundo.
Esta red subterránea servía como almacén y en la actualidad es utilizada como sala de exposiciones.
También en el pasillo central de los sótanos están instalados varios puestos donde venden recuerdos y artesanía.
Para poder visitar los sótanos tienes dos opciones: entrar por el Peristilo o a través de la Puerta Aenea, también conocida como Puerta de Bronce.
12.- El Museo de Split
El museo de esta ciudad se ubica en un bello edificio construido en un estilo gótico tardío, cuyo propietario fue uno de los muchos nobles que vivían en el recinto de Diocleciano en la Edad Media.
Este edificio alberga en la actualidad el museo de la ciudad, donde se exhiben escudos, armas, mobiliario…
13.- La Plaza del Pueblo
Junto a la muralla occidental, se halla esta pintoresca plaza, que fue la primera zona en ser habitada fuera del Palacio de Diocleciano. Desde el siglo XV fue el centro de la vida comercial y administrativa de Split. Muchos de los nobles decidieron erigir en este lugar notables edificios como los siguientes:
- El Antiguo Ayuntamiento que se construyó en el siglo XV en un estilo renacentista.
- El palacio Cambi, de estilo gótico veneciano.
Hoy en día esta plaza sigue siendo muy animada, dado sus numerosas terrazas.
14.- La Plaza de la Fruta (Brace Radica)
Originalmente esta bonita plaza era utilizada como mercado. Aquí se vendía tanto la fruta que traían los campesinos de los pueblos vecinos como los productos procedentes del puerto. Por este motivo, se llama popularmente la plaza de la fruta.
Aunque hoy en día no es utilizada como mercado, sigue siendo una plaza muy animada y llena de vida gracias a sus bares y restaurantes.
En un extremo de la plaza se halla la imponente torre del Puerto, que es todo lo que se ha podido conservar del castillo de origen veneciano.
En esta bonita plaza conviven además edificaciones de distintas épocas y estilos, como por ejemplos edificios medievales y venecianos, siendo uno de los más destacados el Palacio Milesi, obra barroca del siglo XVII.
El centro de esta plaza, con forma irregular, está ocupado por el monumento a Marco Marulic, padre de la literatura croata.
15.- La Plaza República
Ya fuera del Palacio Diocleciano, tal vez este sea el lugar que más nos gustó de Split, al tratarse de uno de los lugares más coloridos de la ciudad.
Esta plaza, muy animada y llena de color, se encuentra rodeada en tres de sus lados por edificios neorrenacentistas de color rojizo con verdes persianas. Además, sus arcadas realzan la belleza de este lugar.
La plaza, al encontrarse abierta por su lado sur, ofrece unas atractivas vistas hacia la bahía.
16.- El Paseo marítimo
El paseo marítimo de Split o la Riva es una zona peatonal muy popular, donde resulta muy agradable pasear, disfrutando de unas vistas privilegiadas: en un lado la fachada meridional del Palacio Diocleciano y en el otro lado, el intenso azul del mar.
Varias filas de palmeras adornan el paseo marítimo. Sus numerosos y animados bares y restaurantes crean una atmósfera llena de vida.
17.- La Iglesia de San Francisco
En la parte occidental del paseo marítimo, se encuentra esta iglesia junto con el monasterio franciscano. Este monasterio posee un bonito claustro que data del siglo XIII.
18.- El Mirador de la colina Marjan
Si os gusta disfrutar de unas bonitas vistas panorámicas, os proponemos que vayáis al mirador de la colina Marjan.
Para poder llegar hasta este mirador, tenéis varias rutas posibles, pero debéis de saber que en todas ellas implica subir una cuesta arriba y escaleras. Nosotros fuimos a lo largo de la calle Senjska.
Si vais en pleno verano, en un día muy caluroso, es probable que la cuesta se os haga eterna, pero el esfuerzo merece la pena. Las vistas son extraordinarias.
Esperamos que disfrutéis de vuestras vacaciones en esta histórica ciudad y que os resulta de utilidad la información facilitada sobre las principales atracciones turísticas de Split.
Si estáis planificando un viaje por Croacia, podéis leer nuestra entrada donde explicamos los lugares más interesantes de este país.
