El norte de Rumanía esconde una de las exquisiteces artísticas más desconocidas de toda Europa: Los monasterios de Bucovina.
Se trata de una serie de iglesias cuyos muros tanto interiores como exteriores se encuentran decorados con vívidos frescos.
El objetivo principal de estos murales no era otro que el de instruir a una población mayoritariamente analfabeta, explicando tanto relatos bíblicos como hechos históricos.
Estas iglesias ortodoxas rumanas fueron construidas entre 1487 y 1583 y pertenecen al estilo arquitectónico moldavo.
Los mejores preservados son los monasterios de las ciudades de Sucevita, Moldovița, Voronet, Humor, Suceava, Pătrăuți, Arbore y Probota. Su importancia artística e histórica ha llevado a la Unesco a incluir a estas ocho edificaciones en la Lista de monumentos Patrimonio de la Humanidad.
De estas ocho joyas artísticas, visitamos las cuatro primeras. El monasterio de Moldovita, el monasterio de Sucevita, el monasterio de Voronet y el monasterio de Humor.
A continuación, te describimos con más detalle estos artísticos monasterios de Bucovina.
Monasterio de Moldovita, uno de los monasterios de Bucovina más espectaculares.
Este monasterio ortodoxo rumano fue construido en 1532 por Petru Rares.
Rodeada por un alto muro, con tres de las cinco torres originales, podemos hallar la iglesia. Los frescos de sus paredes fueron pintados por Toma de Suceava en 1537 y están muy bien conservados.
Los colores utilizados son muy vivos, predominando las tonalidades de azul y amarillo. En uno de sus muros destaca la representación del asedio de Constantinopla.
Pero no solo los muros exteriores están decorados con frescos. El interior del templo está igualmente decorado con vívidos colores, produciendo un impacto visual cuando uno lo visita por dentro.
Parece increíble. Pero no hay ni un milímetro de pared que no esté pintado.
Además de la iglesia, en el interior de este recinto fortificado encontramos un precioso pozo, hecho en madera y en piedra, con una profundidad impresionante. Daba un poquillo de cosa asomarse a él.
Monasterio de Sucevita
Este monasterio recibe el nombre de la “joya verde” ya que, para llegar hasta él, hay que recorrer un paisaje montañoso de una belleza exuberante.
Este monasterio, que data en 1583, es el último templo construido decorado con frescos.
El monasterio de Sucevita consiste en un recinto amurallado, con un imponente muro alrededor. El recinto interior está perfectamente cuidado con unos bonitos jardines.
En el interior de esta fortaleza, justo en el centro, encontramos la iglesia, decorada con unos espléndidos frescos. Tanto en los muros exteriores como en los interiores, se ven reflejadas las influencias de la pintura rusa. Muy próxima a la iglesia podemos observar un precioso pozo realizado en piedra y en madera tallada.
El monasterio de Voronet
Este monasterio fue edificado por voluntad de Esteban el Grande en el año 1488. En la actualidad solo se conserva en pie una iglesia, de las cuatro originales que existían antaño. Esta iglesia ha sido considerada por muchos, como una de las iglesias más hermosas de toda Rumanía.
Como ya estamos acostumbrados en esta región, una vez más el color vuelve a ser el protagonista absoluto.
Sus frescos exteriores fueron realizados entre los años 1547 y 1550 y en ellos aparecen representados diferentes escenificaciones religiosas.
El monasterio de Humor
Situado en un hermoso paraje, este monasterio fue fundado en 1530 por el canciller Toadr Bubuiog. Los murales de la iglesia se añadieron cinco años más tarde, lo que los convierte en unos de los más antiguos de Bucovina. Aunque refinados y elegantes, resultan a la vez de un verdadero realismo.
El color predominante en este monasterio es el marrón rojizo. En dichos frescos relatan dos temas principalmente: el asedio a Constantinopla y el Juicio Final.
El patio cuenta también con una torre defensiva que data del año 1641 desde la cual se tienen vistas sobre la iglesia.
Monasterio de Putna
Además de los cuatro monasterios mencionados anteriormente, todos ellos declarados Patrimonio de la Humanidad, visitamos el Monasterio de Putna que, aunque por el momento no ha recibido esta denominación, también nos pareció interesante.
Debido a sus numerosas destrucciones producidas tanto por incendios, guerras como por terremotos, este monasterio ha sido restaurado en varias ocasiones. Es por ello que da la sensación de ser mucho mas nuevo en comparación con los restantes monasterios.
En el monasterio de Putna no busquéis los murales exteriores exquisitamente decorados con vivos colores, a los que estábamos ya acostumbrados a ver, ya que aquí, no los hay.
La iglesia de este monasterio, a pesar de la majestuosa elegancia de la arquería ciega, da la sensación de sencillez.
Marginea
Si te encuentras visitando los monasterios de la región de Bucovina, te recomendamos que te acerques a Marginea.
Marginea es una pequeña localidad que ha cobrado fama, no por su belleza patrimonial ni por su belleza paisajística, si no por su cerámica negra. Sí, sí, habéis leído bien, por su cerámica, la cual tiene la peculiaridad de ser de color negro.
Así que, como os podréis imaginar, Marginea está lleno de tiendas donde exhiben y venden sus cerámicas, así como de pequeños talleres donde te enseñan el arte de la alfarería.
Esperamos que hayas disfrutado con los Monasterios de Bucovina, la gran joya artística de Rumanía.