Al contrario de lo que se pudiera pensar, en Transilvania, región de ciudadelas y de pueblos fortificados, no abundan los castillos. Sin embargo, los pocos que hay se han convertido en una auténtica atracción turística, que bien merecen la pena visitarlos.
En esta ocasión nos centraremos en tres de ellos: el castillo Peles, el castillo de Bran y el castillo de Hunyad.
Castillo Peles, uno de los castillos de Rumanía más bonitos
Este castillo se encuentra ubicado en Sinaia, la localidad de montaña más bonita de Rumanía, rodeada de cimas superiores a 2.000 metros. El éxito turístico ininterrumpido de Sinaia se remonta al siglo XIX, cuando fue residencia veraniega de la corte.
El castillo Peles fue construido por encargo del rey Carol I entre 1873 y 1914 y representa uno de los más importantes edificios de Rumania e incluso de toda Europa, de la segunda mitad del siglo XIX. Es considerado como un castillo único tanto históricamente como artísticamente.
Esta residencia real, con una recargada decoración y con elementos renacentistas italianos, tiene un innegable encanto. Cuenta con una superficie de 3200 m², constituida por 160 habitaciones y más de 30 baños. ¡Casi nada! También, gracias a que tenía su propia central eléctrica, fue el primer castillo de Europa en tener electricidad y ascensor.
Pero si el palacio es realmente espectacular, todo el entorno que le rodea no se queda atrás. El castillo Peles se encuentra localizado en un enclave bucólico, rodeado de verdes prados y bonitos jardines.
En el jardín italiano que da al valle, se alza una estatua de bronce de Carol I.
A la derecha del jardín se extienden los llamados jardines romanos, con un monumento a la reina Elisabeta.
En las cercanías del castillo Peles encontramos otro palacio, el castillo de Pelișor que es bastante más pequeño que el anterior. Este tiene “solo” 99 habitaciones, en comparación con el castillo Peles que, como ya hemos dicho antes, cuenta con 160 habitaciones.
Fue construido entre 1899 y 1902, a petición del rey Carol I, como residencia de verano de los príncipes herederos al trono de Rumanía.
Castillo de Bran
Sin lugar a dudas este célebre castillo es uno de los más destacados de Rumanía, no sólo por su espectacular situación en lo alto de una cima, sino por el buen estado de conservación en que se halla y por la gran colección de muebles y objetos que alberga.
Sin embargo, estos no son los motivos por los cuales gran cantidad de turistas se sienten atraídos a visitarlo. La verdadera razón por la que este castillo se ha convertido en el lugar más visitado de toda Rumanía es por su errónea identificación con el castillo de Drácula. Y decimos errónea, porque Vlad Tepes, el príncipe de Valaquia que inspiró al escritor Bram Stoker a escribir su novela, jamás vivió en este castillo.
Este majestuoso castillo fue construido en el siglo XIII. Durante muchos años fue utilizado para acoger a las guarniciones que controlaban el paso en el valle. No fue hasta el siglo XX, concretamente de 1920 a 1947, cuando se convirtió en residencia de verano de los soberanos rumanos.
El castillo de Bran alberga unas 60 habitaciones. Muchas de ellas están conectadas entre sí por pasajes subterráneos o a través de sinuosas y estrechas escaleras. Existe tanta irregularidad en sus diferentes dependencias, que a veces da la sensación de estar recorriendo un laberinto.
Muchas habitaciones del castillo cuentan con importantes colecciones de armas, armaduras y de muebles.
Una de las estancias que mas nos gustó fue el patio interior dotado de diversos balcones, desde donde se puede apreciar muy bien la irregularidad del edificio.
En conclusión, el castillo de Bran nos gustó bastante pero el punto negativo que le vimos es que estaba muy masificado. Para pasar de estancia a estancia había incluso que estar haciendo cola. Así que, el hecho de que este castillo estuviera tan concurrido, le quitaba un poco de encanto.
Para una información actualizada sobre precios y horarios de visita, te dejamos el enlace del Castillo de Bran.
Castillo de Hunyad
Este castillo, también conocido como el castillo de Corvino, se encuentra ubicado en la ciudad de Hunedoara, en la cima de una colina.
Es considerado el edificio de arquitectura civil gótica más importante de Transilvania e incluso uno de los castillos más hermosos de Rumanía.
Fue levantado sobre las ruinas de una antigua fortificación romana en el año 1315 y está construido en estilo gótico, pero en siglos posteriores se le añadieron elementos renacentistas y barrocos.
Para poder acceder al castillo, hay que atravesar una bonita pasarela de madera, apoyada sobre fuertes pilares de piedra.
De entre sus elementos arquitectónicos destacan sus fuertes torres defensivas y su patio central, desde el cual se pueden visitar las diferentes estancias repartidas en tres pisos.
Si estás planificando un viaje por este país, no dudes en conocer todos los lugares que tienes que visitar en post sobre Rumanía.