Al sur de Jordania, muy cerquita de la ciudad de Aqaba y del Mar Rojo, se halla una de las atracciones turísticas más importantes de Jordania, Wadi Rum.
Wadi Rum, también conocido como el Valle de la Luna, es un valle desértico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Pero no es el típico desierto de dunas, que siempre a uno le viene a la mente. Es una región bastante montañosa, con increíbles formaciones rocosas, con arena muy rojiza y con profundos cañones. Un paisaje que hará volar tu imaginación y te hará pensar que estás en otro planeta.
Su aspecto tan yermo y desolado ha atraído a una gran cantidad de empresas cinematográficas que han querido rodar en este paraje tan inhóspito sus películas.
El desierto de Wadi Rum es el hogar de varias tribus de beduinos, que viven, muchos de ellos, del turismo.
Cómo visitar Wadi Rum
Para conocer el desierto nunca lo hagas por tu cuenta. Piensa que Wadi Rum es un desierto y es súper fácil perderse y desorientarse. Sin embargo, no creas que visitarlo es algo peligroso y difícil, sino más bien, todo lo contrario. Todo está perfectamente preparado para los turistas.
La carretera llega al centro de bienvenida, donde te buscarán alojamiento o te pondrán en contacto con el alojamiento que hayas contratado previamente para que te vengan a buscar y te lleven a tu jaima.
Hay literalmente decenas de campamentos que se ofrecen en las páginas de reservas más populares de internet. Por un precio muy muy barato podrás, además de dormir en una jaima, desayunar y disfrutar de una cena típica beduina en pleno desierto.
El verdadero negocio sin embargo está en las excursiones que sin duda querrás contratar con ellos para conocer este paraje tan peculiar.
Las excursiones pueden consistir en travesías en camello por el desierto, de aproximadamente una hora de duración. Excursión que no la recomendamos, salvo que os apetezca mucho experimentar el hecho de ir montado en un camello.
Para conocer el desierto de Wadi Rum, lo más frecuente y recomendable es realizar excursiones en un todoterreno, de dos, tres, cuatro o hasta incluso ocho horas de duración, donde un lugareño os llevará a los lugares más sobresalientes. Es decir, que son excursiones totalmente a la carta, lo que vosotros queráis realizar y pagar.
Qué ver en Wadi Rum
Pero ¿qué se puede hacer y ver en este desierto jordano? Quédate con nosotros, que a continuación os contamos que hacer y que ver en el desierto de Wadi Rum.
1.- Subir a la Duna de Arena Roja
Aunque hemos dicho antes que Wadi Rum no es el típico desierto de dunas, eso no quiere decir que no tenga ninguna de ellas. De hecho, uno de sus atractivos es la Duna de Arena Roja.
Esta duna, de 400 metros de altura, tiene un precioso color rojo muy intenso. Aunque subir su pendiente arenosa es un poco agotador, creemos que merece la pena ir a su cima y observar la inmensidad de este desierto.
2.- Fotografiar los puentes de roca
Una de las cosas más espectaculares y asombrosas de este desierto son sus formaciones rocosas. El viento, con el transcurso del tiempo, ha ido erosionando las partes más blandas de las rocas, creando auténticos puentes. Estos son algunos de ellos:
- Rakabht al-Wadak: También conocido como Little Bridge que, como su propio nombre indica, es el más pequeño de todos.
Para poder subir a él, es decir, a esos cuatro metros de altura que tiene, hay que escalar un poquito. Pero es bastante fácil y accesible. Desde el puente podrás obtener unas vistas increíbles.
- Burdah Arch: Este impresionante puente tiene una altura de 80 metros de altura, lo que lo convierte en el puente más alto de todo el desierto. Para poder llegar hasta él, no es tarea fácil. Supone realizar un trekking de alrededor de 3 horas (ida y vuelta). Así que, si no disponéis de mucho tiempo ni de energías, podéis verlo desde abajo.
- Umm Fruth: De los tres puentes que hemos mencionado este es el más conocido. De hecho, es uno de los lugares más fotografiados del desierto. Tiene una altura de unos 15 metros, así que, para llegar a él, hay que escalar un poco. Eso sí, si tienes mucho vértigo, da un poco de cosilla, por lo que te puedes plantear verlo desde abajo, donde la perspectiva también es igual de bonita.
3.- Admirar el Manantial de Lawrence
Se trata de un pequeño manantial que emana en lo alto de unas montañas rocosas. Se dice que, en este lugar, el legendario Lawrence de Arabia abasteció de agua a los camellos de su ejército.
Aconsejamos subir por la rocosa ladera y llegar a uno de los miradores ya que las vistas desde allí arriba merecen bastante la pena.
Justo antes de comenzar el ascenso podéis ver una enorme roca que contiene algo muy interesante, unos petroglifos que indicaban a los beduinos la existencia de este manantial.
4.- Conocer la Casa de Lawrence
Dicen que el mítico arqueólogo, escritor y militar británico, Thomas Edward Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia, se alojó en esta antigua construcción nabatea. De ella, poco se conserva en pie, tan solo unos pocos muros, apenas sin atractivo.
Lo más interesante de este lugar es subir a las rocas que se encuentran justo detrás.
Como os podéis imaginar, desde lo alto de esta montaña rocosa, podréis visualizar una panorámica del valle brutal.
5.- Adentrarte en los cañones
- Cañón Khazali
En el macizo Jebel Khazali podemos encontrar uno de los lugares más impresionantes de este desierto jordano, el cañón Khazali.
Se trata de un cañón muy estrecho de unos 100 metros de longitud, flanqueado por enormes paredes rocosas, totalmente verticales.
Al comienzo puede resultar bastante fácil y accesible la ruta del cañón, pero luego, cuando comienza a aparecer el agua, la cosa se complica bastante, salvo que no te importe acabar un poquito mojado.
Algo que le hace peculiar y especial a este cañón son sus paredes. Ellas contienen numerosas inscripciones nabateas, islámicas y petroglifos donde se representan figuras humanas, animales, como camellos y huellas de pie.
- Cañón Burrah
Se trata de uno de los cañones más bonitos y espectaculares de este desierto jordano.
Generalmente el guía te deja al inicio del cañón y luego te recoge en el otro lado, en la salida. Conforme vas caminado por la arena, percibirás que el cañón se va estrechando cada vez más. El punto más estrecho está lleno de rocas y puede costar un poquito más atravesarlo.
6.- Fotografiar la Roca Champiñón
Esta gigantesca roca tiene una forma de lo más original ¿Adivináis de qué? Pues sí, como su propio nombre indica, tiene forma de champiñón.
7.- Admirar una noche estrellada en el desierto
Después de haber visitado el desierto de Wadi Rum y de haber disfrutado de una exquisita cena beduina, para poner el broche final a este día os proponemos algo muy fácil y sencillo: tumbaros en la arena y contemplar el cielo.
Dada la poca contaminación lumínica existente en este desierto jordano, observar el firmamento, lleno de estrellas, en medio de un absoluto silencio, es un verdadero placer.
Sinceramente, realizar esta actividad será la guinda del pastel.
Cuando visitar el desierto de Wadi Rum
En Wadi Rum, como en casi todo desierto, las temperaturas suelen ser muy extremas. Durante los meses estivales el calor puede ser agotador e insoportable y durante el invierno hace mucho pero que mucho frío. Os lo decimos por propia experiencia ya que nosotros fuimos en el mes de enero y las temperaturas en Wadi Rum eran gélidas.
Por lo que, la temporada ideal para visitar Wadir Rum, sería a principios de la primavera y a finales de otoño, donde las temperaturas son mucho más suaves y agradables.
Para más información sobre este fantástico lugar, el desierto de Wadi Rum, os dejamos el enlace de su página oficial.