Si te encuentras en Santo Domingo de Silos os proponemos realizar dos excursiones súper interesantes:
- El cementerio de Sad Hill: un destino de película.
- El desfiladero de la Yecla: un tesoro de la naturaleza.
Pero antes de hablar de ellas, vamos a conocer un poquito mejor esta pequeña localidad burgalesa.
Qué ver en Santo Domingo de Silos
Sin lugar a duda el punto de interés turístico más sobresaliente es su monasterio benedictino. De hecho, prácticamente todo el pueblo gravita alrededor de él.
Sin embargo, esta localidad esconde muchos otros lugares ¿Quieres conocerlos? Quédate con nosotros, que a continuación os contamos que ver en Santo Domingo de Silos.
Monasterio
Este monasterio se remonta al siglo VII, aunque su aspecto actual se debe a las ampliaciones y modificaciones efectuadas en el siglo XVIII, cuando su antiguo templo románico fue derribado para sustituirlo por uno nuevo de planta cruz latina.
Su claustro es una de las obras maestras del románico español. Posee doble planta, siendo la inferior la más antigua y la de mayor mérito. Sus lados no son todos iguales ya que por ejemplo los lados norte y sur constan de 16 arcos, mientras que los otros solo de 14. En el centro del patio llama la atención el enorme ciprés con más de 30 metros de altura.
Su botica fue creada a comienzos del siglo XVIII. Disponía de un laboratorio farmacéutico y de una extensa biblioteca. A día de hoy, se conservan unos 400 volúmenes y centenares de tarros utilizados como recipientes de productos medicinales.
Para más información sobre el monasterio, os dejamos el enlace de su página web.
La plaza Mayor
Muy cerquita del Monasterio se halla el corazón de esta localidad, es decir, la plaza Mayor.
Aquí se encuentra la iglesia de San Pedro, edificada en XVIII sobre los cimientos de un antiguo templo románico, el Ayuntamiento y varias casas blasonadas, alguna de ellas convertida en hotel y restaurante.
Lavadero Público
Desde el monasterio, tomamos la calle la Cadena y nos encontramos con un coqueto lavadero público, probablemente de origen medieval.
Puerta de la Muralla
Antiguamente el núcleo urbano estaba protegido por una muralla que lo rodeaba. Hoy en día, solo se mantiene en pie el tramo de muralla que da hacia el río y dos puertas de acceso, siendo la más bonita el arco de San Juan, también conocido simplemente como la Puerta de la Muralla.
Puente
Alejándonos del pueblo, atravesando la puerta de la muralla, se encuentra un puente de piedra, sobre el río Mataviejas.
Cementerio Sad Hill
Después de haber visitado Santo Domingo de Silos os proponemos ahora desplazarnos tan solo 5 km para conocer un lugar muy curioso y diferente donde se fusionan a la perfección la naturaleza con el Séptimo Arte, el cementerio de Sad Hill
En el año 1966, parte de la comarca burgalesa se transformó en el lejano oeste americano para acoger la película “El bueno, el feo y el malo”. En concreto este lugar sirvió para recrear el cementerio donde se rodó la escena final de dicha película.
Tras su rodaje, el lugar permaneció abandonado durante 49 años hasta que, en 2015, gracias al trabajo de una asociación de voluntarios, se ha podido recuperar esta obra de arquitectura cinematográfica.
Este cementerio, con forma circular, cuenta con más de 5000 cruces, siendo la más interesante una dedicada a «La Familia».
También, nada más entrar, se puede ver la silueta del Clint Eastwood y en la parte central del cementerio, un árbol con una soga.
Existe una zona amplia de aparcamiento. Lo único, tened un poquito de cuidado con la carretera de acceso al cementerio, ya que no está en muy buen estado. Bueno, aunque en realidad se trata de una pista polvorienta sin asfaltar y con bastantes baches. Aun así, un lugar muy recomendable para visitar, tanto si eres amante o no de los Western.
Desfiladero de la Yecla
A unos 3 km de Santo Domingo de Silos, se encuentra el desfiladero de la Yecla, una visita ineludible si te encuentras por la zona.
Se trata de una profunda y estrecha garganta, posiblemente la más estrecha del Sistema Ibérico, con paredes verticales de más de cien metros.
Puedes recorrer este desfiladero, de 1´2 km de longitud, a través de una serie de puentes y pasarelas colgantes, que se hayan sobre el arroyo del Cauce. Pasear entre dos impresionantes paredes verticales, ver el agua correr bajo tus pies y observar como planean los buitres en su hábitat natural es una experiencia totalmente vivificante y recomendable.
El recorrido es muy fácil, se puede hacer perfectamente con niños pequeños. Muy cerquita del acceso al desfiladero, hay una esplanada que cuenta con un parking gratuito, unas mesas para comer al aire libre y un bar donde poder tomar un tentempié.