Este pequeño pueblecito, ubicado en lo alto de un monte, conserva un atractivo aspecto medieval.
Esta aldea cuenta con unas murallas, antiguas casas y un precioso castillo. Sin embargo, su fama internacional no es debido a todo esto, sino más bien por su queso.
El queso gruyere es el ingrediente principal de toda fondue, que por cierto, está para chuparse los dedos.
Además de disfrutar de su gastronomía, a continuación, os indicamos qué ver en Gruyères.
1.- La rue du Bourg
Nada más comenzar a recorrer esta bonita calle adoquinada, en el lado de la derecha, podemos observar parte de las murallas medievales.
Si seguimos avanzando por esta calle, mas o menos a la altura de la fuente de piedra, en el lado izquierdo, podemos ver una de las antiguas puertas de la ciudad, llamada Belluard, que es una obra defensiva del siglo XV.
Al fondo de la plaza, se levanta un calvario, un edificio del siglo XVI que, en la antigüedad, era utilizado como depósito de sal. En la actualidad es destinado para exposición de arte.
2.- El castillo
Presidiendo majestuosamente la pequeña ciudad medieval, se encuentra el castillo de Gruyères, uno de los mayores y más pintorescos de Suiza. Fue construido en el siglo XIII, de acuerdo a los castillos saboyanos, con torreón redondo. Posteriormente se llevaron a cabo trabajos de modernización, dejando atrás su aspecto de fortaleza, convirtiéndose de esta forma, en una residencia señorial.
Su interior alberga una colección de muebles del renacimiento tardío y barroco, armas, tapices…
3.- La iglesia de St. Théodule
Muy cerquita del citado castillo, se encuentra esta iglesia, construida en el siglo XIII.
En el siglo XVII este edificio religioso fue destruido por culpa de un gran incendio. De las nueve campanas que tenía, tan solo una, la llamada campana de la agonía, pudo sobrevivir. Esta campana recibió este nombre porque era la responsable de anunciar el fallecimiento de sus vecinos.
4.- El Museo HR Giger
En este lugar tan idílico, en un pequeño pueblo medieval, rodeado de verdes prados, existe un museo que, para nuestro gusto, desentona por completo. Se trata del museo HR Giger.
H.R. Giger fue un escultor y un artista gráfico. Su gran éxito profesional fue el diseño de Alien y de muchos escenarios de la película “Alien, el octavo pasajero”, consiguiendo en 1980 el Oscar al mejor diseño escénico.
En el año 1997 compró el castillo de Saint Germain, convirtiéndolo en un original museo, el cual alberga la mayor colección de sus obras.
Nosotros no visitamos el museo. Lo primero de todo porque este tipo de películas no nos gustan y lo segundo porque no nos parecía apropiado visitarlo con niños pequeños.
Pero bueno, como se suele decir, para gustos los colores… De hecho, hoy en día este museo ha llegado a convertirse en un importante punto de atracción, casi tanto como sus famosos quesos o su castillo.
5.- La Maison du Gruyère
Para los amantes de este producto lácteo, recomendamos visitar esta antigua quesería industrial, ubicada a las afueras del casco histórico de Gruyères.
Además de la producción de este celebérrimo queso, esta quesería realiza visitas, a través de las cuales puedes observar las fases de preparación del queso y las bodegas en las que se deja madurar.
Estas instalaciones cuentas también con una tienda y un restaurante.
6.- La Maison Cailler
Ya puestos a hablar de museos gastronómicos, os recomendamos que visitéis este otro museo, la Maison Cailler, ubicado a unos 6 km de Gruyères.
Y es que Suiza no es famosa únicamente por sus exquisitos quesos. Su otro producto estrella es, sin lugar a dudas, el chocolate.
En este museo disfrutarás de una dulce aventura. Durante la visita verás una exposición de la historia del chocolate, observarás las técnicas de elaboración, convirtiéndose unos simples granos de cacao en suculentas creaciones de chocolate y lo mejor de todo, la degustación, donde deleitarás tu paladar con una increíble variedad de sabores.
Así que, como habréis podido comprobar, Gruyères es mucho más que quesos.
