La mina de sal de Turda: El gran tesoro del subsuelo de Transilvania

La mina de sal de Turda

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¿Os gustaría viajar a otra dimensión? Si es así, estáis en el lugar correcto, en la mina de sal de Turda. Un laberinto subterráneo que te transportará a otra dimensión y que no te dejará indiferente.

Durante muchos años, estas minas fueron explotadas para la obtención de sal y fueron consideradas como la principal fuente de abastecimiento de la región. Prácticamente, desde el siglo XI hasta el pasado siglo XX, han sido explotadas de forma ininterrumpida.

En 2008, la Mina de Sal entró en un extenso proceso de modernización y mejoramiento, siendo restaurada para el turismo desde el año 2010.

Este cuidadoso proceso de modernización junto con el excelente estado de conservación de las obras mineras y de los equipos utilizados para el transporte de esta materia prima, son los responsables de que las antiguas minas de sal se hayan convertido, en la actualidad, en un impresionante museo de la minería de sal y en un destino turístico aclamado tanto a nivel nacional como internacional.

Acceso a las minas de sal, con un gran diseño futurista.

Este laberinto de sal subterráneo es un auténtico regalo de las tierras de Transilvania a cualquiera que se acerque hasta aquí. Un tesoro de las profundidades que tiene la capacidad de hacer que todo visitante desconecte de su alrededor, se relaje y quede maravillado de la belleza de esta naturaleza subterránea, tan desconocida para todos nosotros.

Así que, si te apetece conocer un poquito más esta maravilla geológica, te animamos a que sigas leyendo este post, donde te contamos con más detalles las diferentes zonas que puedes visitar.

La Galería Franz Josef

Es la puerta de entrada a la mina. Esta galería, de 917 metros de larga, fue construida entre los años 1853 y 1870, con el objetivo de facilitar el transporte de sal a la superficie.

La Sala de Registro

Se llama así porque esta sala era ideal para realizar un seguimiento de las personas que entraban y salían de la mina Rudolf.

El elemento más destacado de este espacio es la Escalera de los Ricos. Y ¿Por qué se llama así? Se dice que el emperador Franz Josef, el último gran príncipe de Transilvania y emperador de Austria, descendió por esta escalera. Desde su descenso, no se permitió que ningún minero la usara, ya que estaba destinada solo a los nobles. De ahí que esta escalera reciba este nombre, la Escalera de los Ricos.

Esta escalera, fabricada en madera de abeto, es la estructura de madera más antigua de la Mina de Sal y servía de acceso a las minas Teresa y Rudolf.

La mina Rudolf

Esta mina es el último lugar donde se explotó la sal aquí en Turda. Su nombre, Rudolf, es en honor al príncipe Rudolf de Austria.

Para poder acceder a esta mina, hay que bajar 172 escalones, repartidos en 13 plantas. En cada puente de descanso existe una pequeña marca en la pared que indica el año en que se explotó cada nivel.

Otra opción para descender hasta el corazón de la mina es coger el ascensor. Al ser todo de cristal, ofrece una interesante vista general de toda la mina.

Resulta sorprendente que, en este espacio, a 120 metros bajo tierra, encontremos una amplia zona recreativa.

Esta zona lúdica está dotada con un anfiteatro multifuncional, varias mesas de pimpón, billares, minigolf, bolera, un área de juegos para los más peques e incluso una noria de 20 metros de altura.

La noria de la mina de sal de Turda, probablemente la única noria panorámica subterránea.

En una parte del techo de esta mina podemos observar las estalactitas de sal que se han formado a lo largo de los años.

La mina Rudolf es un impresionante mundo subterráneo, un verdadero tesoro de las profundidades que te abrumará con su grandeza.

La mina Teresa

Podemos acceder a esta mina descendiendo un poco más desde la mina anterior, la mina Rudolf.

Es la obra minera más antigua de toda la Salina de Turda. Su sal fue explotada entre los años 1690 y 1880.

Esta mina destaca por su enorme lago subterráneo, con una isla en el centro del mismo, formada a partir de la sal residual depositada aquí después de 1880.

En la actualidad puedes dar un agradable paseo en barca en un entorno único, en un impresionante pozo subterráneo.

La Sala Crivac

Esta sala alberga la máquina de extracción, conocida como “Crivac”. Esta máquina es una especie de molino de caballos. Consistía en un eje vertical con unos brazos, los cuales eran, cada uno de ellos, arrastrados por uno o dos caballos. De esta forma el Crivac, operado por la fuerza de los caballos, servía para transportar la sal desde el fondo de la mina Rudolf, a través del pozo de extracción.

Esta máquina fue construida en el año 1881 y tiene la peculiaridad de que, de todas las minas de sal que han existido en Europa, el Crivac es la única máquina de este tipo que se conserva en el lugar donde se explotó.

La Sala del Pozo de Extracción

Sala que alberga el pozo de extracción, de 87 metros de profundidad, por el que se transportaba verticalmente la sal extraída en la mina Rudolf, hasta el nivel de la Galería Franz Joseph.

Desde aquí, los terrones de sal se cargaban en vagones tirados por caballos y se transportaban para ser almacenados. 

Así que, si viajas a Rumania, creemos que merece la pena visitar este increíble lugar. Eso sí, si viajáis en pleno verano, acordaros de llevar algo de ropa de abrigo, como por ejemplo una chaqueta un poco gordita, ya que la temperatura en el subsuelo es bastante fría.

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