Un elemento básico y fundamental del paisaje de Escocia son los castillos. En tu viaje por las tierras escocesas, te toparás con muchos de ellos. Los hay de todo tipo. Totalmente aislados o en el centro de las ciudades. Imponentes fortalezas muy bien conservadas o ruinas totalmente abandonadas.
La cantidad de castillos en Escocia es tan elevada, que resulta muy complicado hacer un listado con las fortalezas más interesantes. No obstante, aquí os describimos algunos de los castillos más bonitos de Escocia.
EL CASTILLO DE EDIMBURGO
En el centro de la ciudad, en la cima de una colina, dominando Edimburgo, se alza esta antigua fortaleza.
Fue construido en el siglo XI y durante muchos años fue utilizado con fines militares. Dada su ubicación, se trataba de un edificio difícilmente conquistable ya que se encuentra protegido por tres abruptas paredes, de 155 metros de altura.
Aunque, como ya hemos citado, el castillo se encuentra en lo alto de un promontorio rocoso, el acceso a él es muy cómodo y sencillo. Subiendo por la empinada calle Castlehill, llegas hasta la Esplanade, una amplia plaza pavimentada, la cual te conduce hasta la puerta del castillo.
En el interior del castillo se puede visitar, entre otras cosas, el Museo Nacional de Guerra, el Palacio Real y la Capilla de Santa Margarita, construida en el siglo XII por el rey David I en honor a su madre. Junto a ésta se halla Mons Meg, un enorme cañón del siglo XV, utilizado durante la guerra contra los ingleses.
Pero desde luego, una de las cosas más interesantes del castillo son las vistas que ofrece. Desde este lugar se puede obtener las mejores vistas panorámicas del centro de la ciudad.
Todo esto ha hecho que el castillo de Edimburgo se haya convertido en el lugar más emblemático de toda la ciudad y en la atracción turística de pago más visitada de Escocia.
Para más información sobre horarios y precios, os dejamos el enlace de la página oficial del Castillo de Edimburgo.
CASTILLO DE EILEAN DONAN, UNO DE LOS CASTILLOS MÁS BONITOS DE ESCOCIA
Este gran icono de las Tierras Altas de Escocia, se alza sobre un pequeño islote del lago Duich. Sólo es accesible en barco o a través de un estrecho puente de piedra que comunica la isla con la orilla del lago, por lo que en su día resultó ser una poderosa fortaleza muy difícil de tomar.
Este soberbio castillo se construyó en el siglo XIII por orden de Alejandro II de Escocia sobre las ruinas de un antiguo fuerte. Aunque parecía indestructible, durante las revueltas acontecidas en el año 1719, el castillo fue bombardeado. Desde entonces la que había sido una imponente fortaleza se convirtió en unas ruinas abandonadas. No fue hasta el año 1912, cuando John MacRae-Gilstrap decidió comprar el islote y por ende las ruinas del castillo. Durante dos décadas, su fortuna fue destinada a restaurar el castillo y a convertirlo en residencia del clan MacRae. De hecho, a día de hoy, sigue siendo su residencia oficial.
En la actualidad, el castillo de Eilean Donan es uno de los lugares más visitados por los turistas y uno de los castillos más célebres de toda Escocia.
El hecho de que esta fortaleza sea tan afamada no solo es debido a su bucólica estampa junto al lago Duich. El cine ha ejercido una enorme influencia. Películas como por ejemplo “Los Inmortales” (1986) y “El mundo nunca es suficiente” (1999) han elegido este lugar para rodar parte de sus escenas cinematográficas.
El Castillo de Eilean Donan, una parada obligatoria e imprescindible si viajas a Escocia. Un lugar donde te encontrarás uno de los paisajes más fascinantes de Gran Bretaña, donde tu mente y tu imaginación viajará al pasado de las Tierras Altas de Escocia.
EL CASTILLO STALKER
Se trata de un torreón medieval, de cuatro pisos, situado en un pequeño islote en el lago Laich.
A diferencia del castillo de Eilean Donan, arriba mencionado, éste no cuenta con ningún puente, por lo que el acceso a él es mucho más complejo.
Fue construido alrededor de 1320 por el clan MacDougall y, después de varios cambios de propietarios, finalmente, en el año 1840, el castillo fue abandonado.
En 1965, el teniente coronel DR Stewart Allward adquirió el castillo y durante unos diez años lo restauró por completo.
En la actualidad, el castillo Stalker sigue siendo de propiedad privada y en muy contadas ocasiones, durante los meses estivales, se suele abrir al público.
A pesar de que únicamente se puede visitar el exterior de castillo, creemos que merece la pena acercarse hasta aquí. Su aspecto melancólico, junto con su bonito paisaje, constituye una preciosa postal de Escocia. Por eso, no resulta sorprendente que sea uno de los lugares más fotografiados.
Este castillo, integrado en un paisaje único, ha sido seleccionado para el rodaje de alguna que otra película.
EL CASTILLO DE URQUHART
En las orillas del lago Ness, podemos visitar el tercer lugar que más turistas recibe de Escocia. Se trata del Castillo de Urquhart, bueno, mejor dicho, lo poco que queda de él.
Fue construido en el siglo XIV, pero tres siglos más tarde, en el año 1692, fue destruido por los ingleses para evitar que fuera capturado por los jacobitas.
El castillo nunca fue reconstruido. Así que, desde entonces, solo se puede observar una imponente ruina, desde cuya torre se puede disfrutar de unas espléndidas vistas panorámicas.
En la actualidad este castillo es propiedad del Patrimonio Nacional Escocés.
EL CASTILLO MAOL
Muy próximo al puente que conecta la Isla de Skye con el continente, podemos visitar unas interesantes ruinas.
Se trata de los vestigios de un antiguo castillo situado en una pequeña colina, en las cercanías del pueblo costero de Kyleakin, en la isla de Skye.
El castillo fue establecido por primera vez por los vikingos antes de convertirse en una fortaleza del clan Mackinnon en el siglo XV.
EL CASTILLO DE STIRLING
En la cima de una colina, coronando la ciudad de Stirling, se encuentra este histórico castillo, catalogado como Monumento Nacional.
Cerca de la entrada al castillo, existe una explanada donde se haya la gran estatua del rey de Escocia, Robert the Bruce, mirando hacia el sur, con la mano apoyada en el pomo de su espada.
La mayor parte de los edificios principales del castillo datan de los siglos XV y XVI, entre los que destacan los siguientes:
- La entrada monumental: Ésta fue construida posteriormente, concretamente en el siglo XVIII.
- La muralla defensiva que protege y rodea todo el castillo.
- La Capilla Real, donde tuvo lugar la coronación de reina de Escocia María Estuardo.
- El pequeño museo del Regimiento, en el que están expuestos diferentes objetos históricos y que nos ofrece una gran visión de cómo ha sido el pasado militar de Escocia.
- El Palacio Real, con sus salones decorados con lujosos muebles de época.
Otro atractivo del castillo de Stirling son las bonitas vistas panorámicas que ofrece. Desde sus almenas se puede divisar otro atractivo turístico, la Torre de Wallace, un monumento dedicado al patriota escocés que logró derrotar por primera vez al ejército inglés, en la batalla del puente de Stirling.
Se trata de una gran torre de 77 metros de altura, construida en el siglo XIX, en estilo neogótico, en recuerdo a William Wallace.
Si quieres visitarlo, existen varias rutas diferentes de senderismo que te conducen hasta esta atalaya. Una vez allí, se puede subir a lo alto de la torre por una escalera caracol. Al llegar arriba, las vistas son increíbles.
EL CASTILLO DE DUNNOTTAR
Se trata de un castillo medieval, hoy en ruinas, que se encuentra asentado sobre un precipicio rocoso en la costa nordeste de Escocia, prácticamente rodeada por el mar del Norte.
Para poder acceder a él, hay que recorrer un estrecho canal de tierra que lo conecta con tierra firme, prosiguiendo por un escarpado sendero que conduce hasta una puerta fortificada.
Los diferentes edificios que constituyen el castillo que, a día de hoy se conservan en pie, fueron construidos principalmente durante los siglos XIV y XV.
En el pasado, durante la Edad Media y hasta la Ilustración, el castillo de Dunnottar jugó un papel importante en la historia de Escocia, debido a su posición estratégica. En la actualidad, este castillo juega también otro papel muy importante, pero en esta ocasión, en el sector turístico. Cada año cientos de miles de turistas se sienten atraídos y visitan las ruinas de este castillo.
EL CASTILLO DE KILCHURN
En el extremo noreste del Lago Awe, podemos visitar las ruinas del antiguo castillo de Kilchurn.
Este castillo fue construido alrededor del año 1450 por Sir Colin Campbell, primer Lord de Glenorchy y en los siglos posteriores fue remodelándose y ampliándose.
Pero en 1760, una pavorosa tormenta causó serios daños en el castillo y, desde entonces, esta fortaleza cayó en el desuso y en el abandono.
Hoy en día, su posición pintoresca y su romántico estado de ruinas le han convertido en una de las estructuras más fotografiadas de Escocia
Para poder visitarlo, lo ideal es dejar el coche en un aparcamiento que hay a las afueras del pueblo Dalmally, en la carretera A85 y desde allí caminar durante unos 10 minutos.
EL CASTILLO DE ST. ANDREWS
En la costa este, se encuentra una de las ciudades más antiguas de Escocia, St. Andrews.
Al lado de los escarpados acantilados de esta ciudad, se hayan las pintorescas ruinas de su castillo, un antiguo palacio episcopal, construido en el siglo XII.
Durante años fue el principal centro administrativo de la iglesia escocesa y posteriormente sirvió como prisión. Disponía de una sofisticada red de túneles, con el fin de defenderse en caso de asedio.
Debido a que el castillo fue destruido, en la actualidad solo se puede visualizar los muros exteriores que rodean el patio, dos torreones y una galería subterránea.
Algo muy interesante que ofrece este lugar son las extraordinarias vistas del mar sobre la escarpada costa rocosa.
Muy cerquita del castillo podemos visitar otra gran atracción turística, la catedral de St. Andrews. Muy próximo también del mar, sobre un precioso manto verde, se puede visualizar los vestigios de lo que fue el principal centro religioso de Escocia.
La catedral comenzó a construirse en el siglo XII y sus estructuras tanto románicas como góticas conformaban la mayor de las catedrales escocesas. Sin embargo, sus tiempos de gloria llegaron a su fin en la época de la Reforma, ya que fue destruida.
EL CASTILLO DE BALMORAL
Este castillo comenzó a construirse en 1390. Durante siglos el castillo fue propiedad de diferentes familias hasta que, en el año 1848, pasó a convertirse en residencia real, cuando la reina Victoria y el príncipe Alberto decidieron pasar el verano allí. En la actualidad la reina Isabel II lo utiliza como residencia privada de verano.
EL CASTILLO DE CULZEAN
Fue construido a finales del siglo XVIII sobre las ruinas de un edificio preexistente del siglo XVI. El castillo se encuentra en perfecto estado de conservación y sus interiores son espléndidos.
Este castillo, rodeado de un extenso y bonito parque, es uno de los más visitados.
EL CASTILLO DE DUNROBIN
Esta casa señorial es la residencia oficial de los Condes de Sutherland y del Clan Sutherland. Aunque data de la Edad Media, la mayor parte del castillo fue construido en el siglo XIX, en estilo renacentista francés con detalles propios de la arquitectura señorial escocesa.
De su interior llama la atención la gran cantidad de habitaciones que dispone. Sus 189 habitaciones la convierten en la casa más grande del norte de las Tierras altas de Escocia.
EL CASTILLO DE INVERNESS
Enclavado en la parte más alta, dominando toda la ciudad, se encuentra el Castillo de Inverness, en muy buen estado de conservación.
Este edificio victoriano alberga en la actualidad el palacio de Justicia, por lo que su interior no se puede visitar. Aun así, merece la pena acercarse hasta aquí y contemplar las maravillosas vistas panorámicas que ofrece este lugar.
Esperamos que nuestro listado con los castillos más bonitos de Escocia os haya gustado. Pero como ya os hemos comentado al inicio, Escocia es una tierra de castillos y, la verdad es que, vayas por donde vayas, verás muchísimos.
Si disponéis de bastantes días, también podéis visitar otras fortalezas también muy interesantes, como por ejemplo el castillo de Dunvegan, de Glamis, de Blair o Inveraray, sin olvidarnos por supuesto del Lago Ness, uno de los lugares más emblemáticos de Escocia.