Marrakech es, junto a Fez, Rabat y Meknes, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos.
Se conoce como “la Ciudad Roja” por el rojo de todos los edificios y de la tierra. Aunque otros prefieren llamarla “la Ciudad de los Cuatro Colores”, ya que además del rojo, también se encuentra el verde de las tejas y las palmeras, el blanco de las cumbres nevadas del Atlas y el azul del cielo.
Independientemente de con cuantos colores identificas a Marrakech, una cosa está clara, es la ciudad más turística de Marruecos. ¿Te gustaría saber por qué? Entonces, quédate con nosotros, que a continuación te contamos que ver en Marrakech.
La medina
La ciudad vieja de Marrakech, es decir, la medina, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es uno de los lugares de visita obligatoria.
El corazón de la medina es la célebre plaza Jamaa el Fna, de la cual hablaremos a continuación.
Plaza Jemaa el Fna
Es la plaza principal de la ciudad y sin lugar a duda, el lugar más popular y célebre de Marrakech.
Esta plaza, de dimensiones muy grandes, se encuentra flanqueada por un buen número de cafés y restaurantes, que abren sus terrazas hacia el show y el espectáculo que se vive aquí.
Durante el día, miles de personas se dan cita aquí, vendedores de frutas, encantadores de serpientes, domadores de monos…
Pero conforme llega la noche, la plaza va poco a poco transformándose, cambiando su ambiente, donde aquellos dejan su lugar y dan paso a músicos y puestos de comida para poder cenar.
Algo muy recomendable es ver esta animada plaza desde lo alto. Para ello, te recomendamos que subas a la terraza de alguno de los cafés y disfrutes del espectáculo, mientras tomas, por ejemplo, un delicioso té.
Algunos de estos cafés pueden ser los siguientes: Chez Chegrouni, Grand Balcon du Café Glacier y Café de France.
Zoco
Aunque no tengas las intenciones de comprar, te recomendamos que visites el zoco de Marrakech, que es el más grande del país y uno de los mayores atractivos de esta ciudad.
Este mercado tradicional, con más de ocho siglos de historia, se extiende a lo largo de un gran número de laberínticas callejuelas.
Los diversos artesanos se encuentran en el zoco agrupados por gremios. Deambular por sus callejuelas significa zambullirte en un sinfín de sensaciones: Sabores, olores, ritmo frenético… Aunque hay que reconocer que a veces puedes resultar agotador
El Palacio El Badi
Fue edificado a finales del siglo XVI por el sultán Saadí Ahmed al-Mansur para celebrar la victoria sobre el ejército portugués en 1578 en la Batalla de los Tres Reyes.
Según los cronistas de la época era la maravilla del mundo musulmán. Se utilizaron los materiales más ricos para decorar las 360 habitaciones del complejo. Sin embargo, en la actualidad, no queda más que una inmensa explanada rodeada de altos muros.
El Palacio de Bahia, un «must» que ver en Marrakech
Se trata de un enorme palacio, construido a finales del siglo XIX, con la intención de ser el palacio más grande de todos los tiempos.
Este palacio, de estilo islámico y marroquí, cuenta con un conjunto de jardines, que tienen una extensión de 8.000 m². Entre sus dependencias más destacadas se encuentran las siguientes:
- Pequeño Riad: Se trata de un jardín cuadrado rodeado de galerías y cámaras exquisitamente ornamentadas, como por ejemplo la Cámara del Consejo de Ba Ahmed.
- Gran Riad: Es una de las partes más antiguas del palacio. El patio está ocupado por un gran jardín y se halla flanqueado por dos de sus lados con dos grandes salones.
- Pequeño Patio: Rodeado de cámaras ricamente decoradas.
- Gran Patio: Es la zona más impresionante del palacio. Mide 50 por 30 metros y está pavimentado con mármol italiano y rodeado por una elegante y colorida galería de madera. Estas galerías dan acceso a unas 80 habitaciones.
- Apartamento privado de la esposa de Ba Ahmed
Museo Dar Si Said
En un histórico palacio de finales del siglo XIX se encuentra instalado el museo Dar Si Said, con una importante colección de tejidos y alfombras marroquíes.
Aunque no estés interesado en las piezas de la colección, merece la pena visitarlo ya que la arquitectura del palacio es extraordinaria.
Actualmente el museo permanece cerrado por los graves daños sufridos en el terremoto de septiembre de 2023.
Tumbas saadíes
En el norte de la kasbah, muy cerquita de la mezquita Moulay El Yazid, se encuentran estas tumbas que datan de los tiempos del sultán Ahmad al-Mansur, finales del siglo XVI y comienzos del XVII.
Durante muchos años no se tenía conocimiento de su existencia ya que no fue hasta el año 1917 cuando fueron redescubiertas.
Las tumbas han sido restauradas y en la actualidad representa una de las mayores atracciones de Marrakech, por su bella y exquisita decoración.
Existen dos mausoleos:
- El mausoleo que contiene la tumba de Ahmad al-Mansur, su hijo Zidane y sus sucesores. Consta de tres salas. La más famosa es la central que, con sus doce columnas de mármol blanco, sostiene una cúpula de madera de cedro tallada, con su decoración de estuco y maderas pintadas.
- El mausoleo construido por Ahmad al-Mansur para la tumba de su madre Lalla Messauda y es de forma cuadrada con dos salas laterales.
Precio de la entrada: 70 dh.
Hay que tener en cuenta que es muy probable que, para ver las tumbas más bonitas, tengas que hacer cola. Nosotros estuvimos una media hora esperando.
Medersa Ben Youssef
Aneja a la mezquita de Ben Youssef, se encuentra esta bonita madraza, donde más de 800 estudiantes memorizaban el Corán.
Fundada en el siglo XIV y posteriormente reconstruida por los saadíes, esta madraza cuenta con un gran patio de abluciones con una alberca central.
Jardín Majorelle
Originalmente fue creado en los años treinta por el pintor francés Jacques Majorelle en torno a su chalet y taller, de estilo Art déco y pintado con un intenso azul, conocido como azul Majorelle.
En los años sesenta la propiedad pasó al célebre diseñador de moda Yves Saint Laurent. Este estilista francés se construyó una nueva villa, abrió en el antiguo taller de Majoralle una exposición permanente de arte islámico y recuperó el jardín, albergando un gran número de especies vegetales de los cinco continentes, tales como con naranjos, plataneros, cactus, palmeras enanas…
Mezquita Koutoubia
La mezquita fue edificada en el siglo XII, en un estilo almohade clásico y empleando la piedra roja como material de construcción.
Su elemento más significativo es su esbelto minarete de 66 metros de altura, que hace que sea el edificio más alto de la ciudad.
Cuando uno observa el minarete de esta mezquita, es muy probable que le venga a la mente la torre de la Giralda. Y no es de extrañar, ya que el minarete de la mezquita Koutoubia sirvió como modelo para la construcción de la célebre torre sevillana.
Mezquita Moulay El Yazid
Muy cerquita de las tumbas Saadíes, en la antigua Kasbah, se alza esta mezquita que data del siglo XII.
La entrada está prohibida para los no musulmanes. Así que, nosotros nos tuvimos que conformar con ver su exterior.
La mezquita posee un bello minarete de ladrillo con un friso de azulejos verdes y blancos en la parte superior.
Puerta de Bab Agnaou
Marrakech es una ciudad amurallada que cuenta con 19 puertas de acceso. De todas ellas, la que más nos gustó fue la Bab Agnaou, construida en el siglo XII.
Esta puerta se encuentra en la parte meridional de la medina de Marrakech y su arco de herradura daba acceso a la kasbah.
Mellah
En el siglo XIX la población del barrio judío, es decir, del Mellah, creció tras la llegada de muchos refugiados provenientes de las montañas del Atlas. Llegó a existir en la ciudad 35 sinagogas, las cuales funcionaban no solo como un lugar de rezo sino también para estudio de la Tora. Así Marrakech se convirtió en la comunidad judía más grande de Marruecos. En la actualidad, viven en Marrakech alrededor de 200 judíos.
Sinagoga Salat Al Azama
Esta sinagoga fue construida por los judíos expulsados de España en 1492.
Junto a la sinagoga, se encuentra un museo sobre la comunidad judía de Marrakech y un bonito patio, que sirvió en el pasado como escuela para cientos de niños judíos del Mellah.
Cementerio Judío
En un espacio de 52 hectáreas, se distribuyen de manera irregular cientos y cientos de tumbas talladas en piedra. Este gran número de tumbas sirve como testimonio de la relevancia que tenía la población judía en esta ciudad.
Jardines de Menara
A las afueras de Marrakech, al oeste de la ciudad, se encuentra este parque rodeado de huertos y campos de olivo, construido en el siglo XII y remodelado en el siglo XIX.
Su elemento más destacado es su gran estanque presidido por un atractivo edificio.
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