Qué ver en Tarragona Ciudad

que ver en Tarragona

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Bañada por el mar Mediterráneo, la ciudad de Tarragona, con más de dos mil años de historia, es una ciudad perfecta como destino turístico.

Tiene un patrimonio riquísimo y muy variopinto, desde ruinas romanas y rincones medievales hasta edificios modernistas. Vamos… para todos los gustos. Sin olvidarnos por supuesto de sus fabulosas playas.

¿A qué esperas a conocer esta ciudad? Quédate con nosotros que a continuación te contamos que ver en Tarragona.

La vía del Imperio romano

Nuestra ruta por la capital tarraconense comenzó por un bonito paseo llamado la vía del imperio romano. En medio de este paseo, empedrado de una forma magistral, encontramos una columna romana.

Si seguimos por este paseo, en dirección hacia las antiguas murallas de Tarragona, podremos observar una bonita fuente y el Portal del Roser, que es una de las puertas abiertas de las mencionadas murallas. A través de este portal, podemos acceder a la Plaza del Pallol.

La muralla de Tarragona

Se trata de un paseo arqueológico que discurre entre la muralla romana del siglo II a.C. y una fortificación del siglo XVIII. Esta cerca militar rodea el casco antiguo de la ciudad de Tarragona.

A lo largo de este recorrido podemos disfrutar de una perfecta combinación de un jardín romántico inglés, de varios cañones y de diversas piezas arqueológicas pertenecientes a otros espacios arquitectónicos.

Hay que decir que la muralla romana de Tarragona fue construida en dos fases:

  • Primera fase: Construida en el año 200 a.C., cuando Tarraco se convirtió en base de las operaciones militares en Hispania.
  • Segunda fase: Se trata de una ampliación de la muralla anterior hasta el puerto. Esta fase fue construida entre los años 150 y 100 a.C.

Su longitud era de unos 3.500 metros. Pero actualmente solo se conservan 1.100 metros. Las murallas son la construcción arquitectónica romana más antigua de todas las que se conservan fuera de Italia. Durante este paseo arqueológico podemos ver los siguientes elementos:

  • Dos basamentos de estatuas ecuestres
  • Varias columnas
  • Dos Sarcófagos
  • Una columna de mármol
  • Fortín negro o fortín de Santa Bárbara: Baluarte construido en el siglo XVI.
  • Copia de la escultura dedicada a Augusto de Prima Porta

  • La torre del Paborde o del Arzobispo: pertenece a la primera fase de la muralla. En el siglo XII la torre es complementada con una construcción románica.

  • Baluarte de Santo Domingo: Del siglo XVIII. Acoge un centro de interpretación de las fortificaciones de Tarragona.
  • La torre del Cabiscol: perteneciente a la primera fase, pero las transformaciones de la época medieval y moderna le han abierto balcones y ventanas.
  • Copia de la escultura de la loba capitolina, cuyo original se puede encontrar en Roma.

  • Torre de Minerva: Pertenece a la primera fase de la muralla. Contiene la escultura y la inscripción romanas más antiguas de la Península Ibérica. En lo alto de esta torre se puede apreciar lo que queda de este relieve escultórico de la diosa Minerva.  Al pie de la torre se encuentra el portal del carro, de época medieval.

  • Portal del Socorro: A diferencia del resto de las portezuelas, este portal permitía el paso de carros de grandes dimensiones y era una de las entradas principales de la ciudad. Es la única puerta que se conserva de la segunda fase de la muralla romana y es la más antigua de las conservadas fuera de Italia.

El campo de marte

Al pie de las murallas y del paseo arqueológico antes mencionadas, se encuentra este parque, con bonitas flores, esculturas y un auditorio, donde se dan cita a numerosos espectáculos.

El Portal de San Antonio

El portal de San Antonio es una de las puertas de la muralla de Tarragona que todavía se conservan y la mayor de ellas. Sin embargo, hay que decir que la puerta actual no es de origen romano, sino que fue construida en el año 1737 en estilo barroco.

Sobre el arco de medio punto, se ve el escudo de Felipe V, flanqueado por leones. A ambos lados se puede observar dos pilastras con trofeos militares al estilo romano.

El Anfiteatro, un imprescindible que ver en Tarragona

El Anfiteatro es otra de las joyas arquitectónicas que el imperio romano dejó en la ciudad de Tarragona y una visita obligatoria para todo turista. De hecho, forma parte del “Conjunto arqueológico en Tarraco”, declarado Patrimonio de la Humanidad.

Fue construido a finales del siglo II d.C., y estuvo en funcionamiento hasta el siglo IV. Se encuentra ubicado tras las murallas de la ciudad y muy cerca del mar con el fin de facilitar al público asistente el acceso a los espectáculos e igualmente para facilitar el desembarco en la playa de los animales usados en dichos espectáculos.

En el anfiteatro se disputaban combates de gladiadores, luchas con animales y tristemente, la matanza de cristianos. Mide 112 metros de largo y tenía una capacidad para 13.000 espectadores. ¡Casi nada!

Estancias: 

  • La arena: donde se celebraba el espectáculo.
  • Los sótanos inferiores o fosas: Se trata de las estancias subterráneas destinadas para las fieras y los gladiadores. Contaban con un montacargas para elevarlos hacia la arena del anfiteatro.
  • El Podium: Era el escenario que estaba situado en un lado del anfiteatro
  • La grada: Destinada al público. Estaba dividida en tres sectores y separada por muros y pasillos con el fin de separar a los espectadores por clases sociales.

Encontrarás información mucho más detallada y actualizada sobre los horarios de visitas y sobre los precios de este y muchos otros lugares de la ciudad, en el enlace de Tarragona.

El circo romano de Tarraco 

Al igual que el anfiteatro, el circo romano también forma parte del Conjunto arqueológico de Tarraco, declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Se trata de un edificio romano construido a finales del siglo I d.C. por mandato del emperador Domiciano, donde se celebraban fundamentalmente las famosas carreras de carros tirados por dos o por cuatro caballos.

El circo se mantuvo en uso hasta mediados del siglo V. Posteriormente su estructura fue utilizada como soporte para las nuevas construcciones, de manera que el circo acabó por incrustarse en el mismo centro urbano de la ciudad. Este hecho ha contribuido a que en la actualidad el circo romano de Tarragona sea probablemente el mejor conservado del mundo.

Con capacidad para unos 30.000 espectadores, tenía una forma alargada con remate circular en uno de los lados. Tenía unos 325 metros de largo y unos 115 metros de ancho. Su fachada contaba con 56 arcadas, de las cuales solo se conservan, a día de hoy, tres. A través de la primera de estas arcadas se accedía a una larga bóveda.

De la segunda arcada arrancaba otra escalinata que conducía directamente a la plataforma superior del circo.

Otro punto de interés del circo romano es el Pretorio, una torre que se construyó con la función de unir, mediante unas escaleras, la parte baja de la ciudad y el circo con la plaza de representación del foro provincial.

En la actualidad el Pretorio forma parte del Museo Arqueológico Nacional de Tarragona y en una de sus salas se expone el sarcófago de Hipólito, recuperado del fondo del mar.

El Pretorio tiene, en la parte más de la torre, una bonita terraza, desde la cual se puede disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad de Tarragona.

En este lugar histórico, bajo la actual calle de l´Enrajolat, nos encontramos con una de las bóvedas más largas (93 metros) y mejor conservadas del Circo romano de Tarraco. A nosotros nos pareció un lugar super interesante.

Torre de las Monjas

En el Paseo de San Antonio, muy cerquita del circo romano, se encuentra uno de los tramos más atractivos de las murallas medievales de Tarragona, conocido como «La Muralleta» o Muro Nuevo.

Durante la segunda mitad del siglo XIV se construyó este nuevo tramo de muralla, donde se encuentra la Torre de las Monjas o de Miramar.

Plaza dels Sedassos

Junto a los restos del graderío del Circo romano, podemos encontrar un gran mural lleno de color, que ha pintado de alegría esta pequeña plaza.

El mural representa una fachada de esta ciudad, de finales del siglo XIX, en un día de fiesta.

Muchas son ya las guías de viaje que incluyen esta plaza como parada obligatoria. Una curiosa plaza donde convive el Street Art con edificios milenarios.

Balcón del Mediterráneo

Este hermoso mirador se encuentra ubicado en uno de los extremos de la Rambla, muy cerquita del anfiteatro. Se trata de un lugar perfecto para pasear tranquilamente y contemplar unas maravillosas vistas del mar que baña esta ciudad. Un lugar emblemático para todo tarraconense que debes visitar sí o sí.

Monumento a los Castellers

Una vez visitado el Balcón del Mediterráneo, bajamos por la Rambla Nova hasta que nos tropezamos con una asombrosa escultura, el Monumento a los Castellers.

Se trata de una escultura realizada en bronce dedicada a los castellers. Representa una tradicional torre humana formada por un montón de personas, nada más y nada menos que aparecen 219 personas.

El Foro colonial de Tarraco

Todas las ciudades romanas tenían un centro político, donde se concentraba la actividad pública. El foro era el epicentro de la actividad social y religiosa, lugar de reunión y de encuentro de las élites y corazón de la vida administrativa y política. Constaba de una plaza porticada rodeada de edificios públicos.

El foro local de Tarraco está formado por dos zonas separadas.

En la primera zona se encuentra:

  • La basílica jurídica: Edificio cubierto sustentado por columnas corintias, de unos 9 metros de alto, que acogía el tribunal de justicia donde se reunía el Consejo de la ciudad.

  • La Curia: Lugar donde se reunía el Senado local.
  • Cisterna y un depósito
  • Dos Tabernaes o locales comerciales que han sido reconstruidas

    En la segunda zona se encuentra:

    • Dos plazas
    • Restos de la parte del Templo Capitolino
    • Calles adoquinadas.

    La Catedral

    En la parte más alta de la ciudad, donde antaño se ubicaba el templo romano de Augusto y también una mezquita árabe, encontramos en la actualidad, la catedral de Tarragona, en un estilo gótico temprano.

    Su fachada principal consta de tres puertas que corresponden a las tres naves de la iglesia, la central y principal gótica y las laterales de estilo puramente románico. Nos llamó muchísimo la atención el tamaño del rosetón situado sobre la puerta principal. ¡Era enorme!

    También algo que destaca son las figuras de los apóstoles que aparecen en las jambas de la puerta principal.

    Plaza de la Font

    Una de las plazas más animadas de la ciudad de Tarragona es la Plaza de la Font, una plaza llena de cafés, bares, restaurantes, donde tanto de día como de noche, puedes encontrar buen ambiente.

    Como dato curioso hay que mencionar que esta plaza ocupa una cuarta parte de la arena del antiguo circo romano y que, en la actualidad, en algunos locales de esta plaza, se puede observar parte de estos restos romanos. Vamos, que en esta ciudad, haces un agujero en el suelo y te encuentras con una joya arqueológica.

    Esta plaza está presidida por el ayuntamiento, un edificio de fachada neoclásica.

    Merece la pena acceder al interior del Ayuntamiento de Tarragona, ya que cobija un gran tesoro, el Mausoleo de Jaime I.

    Los restos mortales del rey Jaime I se alojan en una verdadera obra de arte, del arquitecto Lluís Domènech i Montaner.

    El antiguo hospital de Santa Tecla

    Muy próximo a la catedral, concretamente en la calle de les Coques, se encuentra el antiguo hospital de Santa Tecla, bueno, mejor dicho, lo que queda de él ya que en la actualidad solo se ha podido conservar su bonita fachada.

    Se trata de un porche con cinco arcos de medio punto apoyados sobre pilares. Los capitales de las columnas están decorados con motivos geométricos y vegetales.

    En la actualidad, sirve de sede del Consell Comarcal de Tarragona.

    La Plaza del Forum

    La plaza inferior del foro provincial era un enorme recinto rectangular, rodeado por tres de sus lados por pórticos. El interior estaba decorado con estatuas y jardines.  En la actualidad se pueden observar restos de estos pórticos en diferentes puntos de la ciudad, como es el caso de la Plaza del Forum. Resulta increíble que, en el siglo XXI, en medio de esta animada plaza llena de cafés y de restaurantes, se encuentren estas interesantes ruinas romanas.

    La bóveda de Pallol

    La bóveda del Pallol formaba parte del conjunto de construcciones del Foro Provincial de Tarraco. Fue construida con hormigón de cal y servía de soporte a la galería porticada que rodeaba la plaza del Foro Provincial. En época medieval se convirtió en convento de los Dominicos. Posteriormente, en época moderna, fue almacén municipal de trigo, de donde le viene el nombre de Pallol.

    Casa Castellarnau

    Se trata de una bonita casa señorial, sita en la calle dels Cavallers, 14 de Tarragona, muy cerquita de la bóveda de Pallol, mencionada anteriormente. Esta casa, protegida como bien cultural de interés local, es en la actualidad un museo.

    El edificio se construyó durante el siglo XV, en el lugar donde se encontraba la plaza administrativa del Foro Provincial.

    Durante siglos, fue la residencia de algunas de las familias más influyentes de la ciudad de Tarragona. En la planta noble destacan diversas estancias con mobiliario de los siglos XVIII y XIX.

    Ahora bien, el espacio más emblemático de la casa es, sin lugar a dudas, el salón. Este exhibe un techo ricamente decorado con pinturas.

    Mercado Central de Tarragona

    Este interesante mercado, ubicado en la Plaza Corsini, es un edificio protegido como bien cultural de interés local. Sus dos fachadas principales están compuestas por tres arcos de medio punto, siendo el arco central mucho más grande. Destaca su fuerte carácter modernista presente en muchos de sus elementos.

    Se inauguró en 19 de diciembre de 1915. En octubre de 2007 se inició un importante proyecto de reforma el cual finalizó en el año 2017. Fue una larga espera, pero mereció la pena. El mercado ha quedado precioso.

    Calas y paseos por la naturaleza

    La capital tarraconense cuenta con un gran número de playas y calas. Estas son algunas de ellas:

    • La playa del Miracle: la playa más próxima a la ciudad.

    • La playa de la Arrabassada: una playa de arena fina, bastante próxima a una zona residencial de Tarragona.
    • La playa Larga: como su propio nombre indica, es la playa más extensa de todas.
    • La playa de la Mora, de la cual hablaremos a continuación.

    A las afueras de la ciudad de Tarragona existe una playa, la playa de la Mora, desde la cual se puede iniciar un interesante paseo por en medio de la naturaleza. Cuando alcanzamos uno de los extremos de esta playa, justo en el lado donde se encuentra un camping, comienza un bosque lleno de pinos. Se trata del bosque de la Marquesa.

    Vistas del camping, con la playa de la Mora al fondo.

    Si seguimos los senderos, éstos nos conducirán a impresionantes acantilados, a playas vírgenes y a pequeñas calitas escondidas en medio de la naturaleza.

    Vistas de la Playa Calabecs o Cala de la Roca Plana desde el bosque de la Marquesa.

    La última cala de este sendero, la que se encuentra más alejada, es Cala Fonda. Esta cala es la que tiene peor acceso. Sin embargo, es la que más nos gustó. Nosotros estuvimos en el mes de julio pero a última hora de la tarde. Así que fue genial, éramos los únicos que estábamos en esta preciosa playa. Era toda para nosotros.

    Tarragona
    Vistas de Cala Fonda.

    Después de haber estado en esta playa, leímos varias reseñas donde decían que era una playa nudista. La verdad es que, como ya hemos dicho antes, cuando fuimos nosotros no había nadie. Así que, no lo podemos asegurar de que sea una playa nudista 100%, pero por lo que dice la gente, parece que lo es.

    Además de su capital, la provincia de Tarragona tiene muchos otros lugares increíbles. ¿Te gustaría conocerlos? Si es así, te animamos a que eches un vistazo a nuestro artículo sobre Tarragona.

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