Gyeongju es una ciudad histórica en Corea del Sur, conocida por su impresionante patrimonio cultural, famosa por ser la antigua capital del Reino de Silla.
La ciudad es un verdadero museo al aire libre. Contiene tumbas reales, templos, ruinas de palacios…
A continuación, te contamos que ver en Gyeongju, una ciudad con un impresionante legado monumental y arqueológico.
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ToggleTúmulos Reales de Silla
El parque Daereungwon es un extenso recinto de césped cerrado, donde podrás observar suaves montículos con formas redondeadas. A simple vista uno pudiera pensar que se trata de pequeñas elevaciones del terreno. Pero no, no se trata de eso. Estás ante una auténtica joya histórica y arqueológica, los Túmulos Reales de Silla.
En este parque se encuentran nada más y nada menos que 23 tumbas, que datan de entre los siglos V y VIII y que fueron construidas para miembros de la realeza y la nobleza del reino de Silla, uno de los tres reinos de Corea.

Este complejo de tumbas es famoso por ser uno de los principales y más impresionantes conjuntos funerarios de la antigua Corea.
La estructura de las tumbas es de piedra y cuenta con una cámara funeraria subterránea, cubierta por un montículo de tierra. Con el tiempo, estos montículos se cubrieron de hierba, integrándose a la perfección estas tumbas en el paisaje.
La entrada está adornada con una puerta de piedra y su interior alberga una gran cantidad de materiales funerarios, que incluyen utensilios de oro, jade, cerámica, armas y adornos. Estos artículos de riqueza y protección eran considerados necesarios, según sus creencias, para el viaje al más allá.

De todas las tumbas estas son las tres más destacadas:
Tumba Cheonmachong
De todas las tumbas, esta es la única que se puede visitar su interior. Esta tumba, que data del siglo V o VI, pertenece a un monarca desconocido. Dentro de esta tumba se encontraron una gran cantidad de tesoros, más de 11.500 reliquias y coronas, que fueron trasladadas al museo. Todos estos objetos muestran la vida lujosa que llevaban los reyes de aquella época.

Pero desde luego, el hallazgo más interesante y preciado es una pintura antigua de un caballo celestial. Esta pintura es la única descubierta de los antiguos tiempos de la dinastía Silla.

La entrada a la tumba requiere el pago previo de una entrada.
Tumba Hwangnam daechong
Esta tumba tiene un tamaño impresionante. De hecho, es la tumba más grande de todas las del complejo. Era un sepulcro matrimonial y en su interior se hallaron los restos del rey y la reina, con más de 30.000 accesorios y adornos de oro. En la actualidad, todas estas reliquias se encuentran en el museo de la ciudad.

Tumba del rey Michu
Esta tumba, situada en la parte sur del complejo de tumbas, perteneció al Rey Michu, el decimotercer rey de Silla, que gobernó en el siglo III.
Esta tumba se puede identificar perfectamente ya que, para acercarse a ella, hay que atravesar una puerta de madera, con tres hojas dobles, al más estilo tradicional coreano.

La tumba, como todas las tumbas de este complejo, es un túmulo redondo, pero con la diferencia de que justo enfrente de la tumba hay un pequeño trono de piedra.

Observatorio Cheomseongdae
Otro de los lugares imprescindibles que tienes que ver en Gyeongju es el Observatorio Cheomseondae.
Cuando lo veas a simple vista, no te va a llamar la atención ya que se trata de una estructura bastante simple y sencilla, semejante a una gran chimenea. Sin embargo, detrás de esta simplicidad, esta edificación esconde algo que la hace única: Ser el observatorio astronómico más antiguo de Asia y una de las instalaciones científicas más antiguas de la Tierra.
Esta torre, de más de nueve metros de altura, se remonta al siglo VII, en tiempos del reino de Silla, y fue utilizada para la observación de las estrellas y los movimientos astronómicos.
El observatorio Cheomseongdae fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Palacio Donggung y el estanque Wolji
Se trata de un antiguo complejo palaciego, construido en el siglo VII, junto a las orillas del precioso estanque artificial Wolji. En la actualidad tan solo se puede observar unas torres o pabellones bellamente restaurados, en el lado oeste del lago.
El estanque Wolji, conocido antiguamente con el nombre de Anapji, contiene tres pequeñas islas.

Merece la pena dedicar un poco de tiempo para caminar tranquilamente por aquí y bordear este hermoso estanque artificial, rodeado de hermosos jardines.
Totalmente recomendable visitar este lugar al anochecer. Al caer el crepúsculo, el palacio Donggung se ilumina, proyectándose los reflejos de las brillantes antiguas estructuras en la superficie del agua, creando una atmósfera mística y romántica. La vista es espectacular.

Anapji fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, como parte del conjunto patrimonial “Zonas históricas de Gyeongju”.
Su horario es de 9:00 a 22:00 horas, siendo su última entrada permitida media hora antes del cierre.
Precio:
- Adultos: 3.000 wones
- Estudiantes de 13 a 18 años: 2.000 wones
- Niños hasta 12 años: 1.000 wones.
Museo Nacional de Gyeongju
Este museo es el segundo museo más grande de Corea del Sur. Aquí puedes aprender más sobre la historia de la dinastía Silla, ya que en su interior se exhiben una gran cantidad de reliquias de este reino. De todos sus artículos, tal vez el más destacado sea la Campana del Rey Seongdeok, que es la campana más grande del país.
La entrada al museo es gratuita.

Gyochon Hanok Village
Se trata de una pequeña aldea tradicional compuesta por antiguas hanoks. Para el que no sabe que es una hanok, este término se refiere a la típica casita de estilo arquitectónico tradicional de Corea.

Algunas de estas casas se han convertido en pequeñas tiendas, otras en cafeterías y otras en talleres de artesanía. Pero no todas se han transformado. Muchas de ellas siguen siendo edificios puramente residenciales, hogares habitados por la misma familia durante varias generaciones.

Este pequeño pueblo, con su estilo arquitectónico antiguo, es una muestra sublime de como era Corea en tiempos pasados.

De todas las casas, una de las más destacadas es la casa del clan Choe. Se trata de una gran vivienda cuyo tamaño es el máximo que se permitía en el periodo Joseon, en una casa que no fuera de la realeza.
Su propietario fue una persona rica, generosa, luchadora y muy respetada por la comunidad local.
Su familia, a lo largo de 12 generaciones y durante 400 años, ha seguido viviendo aquí, con gran honor.

Al lado de esta casa, se encuentra una antigua escuela confuciana. Cuando fuimos nosotros estaba cerrada. Así que nos tuvimos que conformar con ver únicamente su puerta de entrada.

Puente Woljeonggyo, un imprescindible que ver en Gyeongju
Este puente de estilo tradicional, hecho de madera con pilares de piedra, es un lugar precioso y muy pintoresco para dar un paseo y disfrutar de la belleza natural de la zona.
Se construyó en el año 760 siendo el puente más antiguo. En puente se encuentra en perfecto estado, dado que recientemente, en el año 2018, fue reconstruido.

Se puede acceder a la planta de arriba de las torres que hay en los extremos del puente y caminar por su interior, donde encontrarás una pequeña exposición. La entrada es gratuita.

Muy recomendable visitar este puente tanto durante el día como durante la noche, cuando el puente está iluminado y se ve reflejado en el río.
El puente Woljeonggyo ha sido seleccionado como una de las cien mejores atracciones turísticas de Corea.

Templo Bunhwangsa
Su construcción data del siglo VII. En sus años de esplendor este complejo de templos cubría varias hectáreas y fue uno de los cuatro principales templos del Reino de Silla
De todos sus restos, la ruina más destacada es la Pagoda Bunhwangsa, la pagoda más antigua datada del Reino de Silla. Originalmente esta pagoda tenía nueve pisos de altura y cada uno de estos pisos era progresivamente más pequeño en tamaño que el anterior. En la actualidad, solo se han mantenido en pie sus tres primeros pisos.
Cada lado de la pagoda tiene una puerta, donde dos figuras guardan cada entrada. Además, en cada esquina sobre la que descansa la pagoda tiene una estatua de león guardián.
Bunhwangsa ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Mercado Seongdong
Muy cerquita de la estación del tren, se encuentra el mercado más grande de la ciudad, el mercado Seongdong.
Se trata de un mercado tradicional, repleto de tiendas y también de restaurantes, algunos de ellos buffets libres, donde podrás disfrutar de la popular comida coreana.
Aconsejable visitar este lugar por las mañanas que es cuando está en plena actividad.
Casco antiguo de Gyeongju
Justo al oeste de las tumbas del parque Daereungwonse encuentra un conjunto de antiguas calles muy interesantes, con sus típicas casitas tradicionales. Son unas calles animadas, con restaurantes, hoteles y tiendas.

Templo Bulguksa
A las afueras de la ciudad, en la ladera de una montaña, se encuentra uno de los templos más célebres de Corea del Sur y una de las principales atracciones turísticas de Gyeongju, el templo Bulguksa.
Este templo budista, considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no solo es una maravilla arquitectónica, sino también un símbolo de la tradición religiosa y cultural de este país.

Los visitantes pueden explorar sus bellos parajes naturales, observar las preciosas estructuras arquitectónicas y experimentar la atmósfera serena que rodea el lugar.

Este templo, construido en el siglo VIII, es una obra maestra de la dinastía Silla. A lo largo de los siglos, el templo ha sido objeto de varias restauraciones, debido a los daños sufridos por saqueos y desastres naturales. Sin embargo, el templo ha logrado mantener su aspecto original.

El templo Bulguksa alberga varias reliquias culturales consideradas tesoros nacionales como por ejemplo:
- La Pagoda de Dabotap: Es una de las estructuras más emblemáticas del templo. Posee una forma única y es famosa por su diseño en forma de torre de piedra, con dos niveles y diez metros de altura.
- La Pagoda de Seokgatap: Esta pagoda, aunque tiene un diseño mucho más sencillo, es muy significativa y simbólica.

Las diferentes puertas y salones conforman una serie de patios. Nos llamó muchísimo la atención la decoración de estos patios, donde decenas de farolillos de vivos colores colgaban alegrando el ambiente.

También una característica muy curiosa de este templo es que muchos de sus patios o salones se encuentran en diferentes desniveles. Es decir que, para acceder a ellos, es necesario o bien subir o bien bajar unos cuantos escalones. Esto te permite disfrutar de interesantes vistas.

La entrada al templo Bulguksa es gratuita.
Gruta de Seokguram
También a las afueras de la ciudad de Gyeongju, relativamente cerca del templo Bulguksa, mencionado anteriormente, se encuentra esta gruta budista, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Se trata de una cueva artificial horadada en la montaña en el siglo VIII. Para poder llegar hasta ella, hay que caminar por un sendero, en plena naturaleza. La caminata es fácil y no te tomará demasiado tiempo.
Antes de tomar el sendero hay un pequeño pabellón con una campana. Los visitantes pueden tocarla, previo pago de una tarifa. La estructura de este pabellón nos pareció preciosa.

Después de caminar durante unos 15 minutos, se llega finalmente a la Gruta de Seokguram. A simple vista, este santuario no llama nada la atención, es un edificio muy simple y modesto. No tiene nada de espectacular.

Entonces, ¿qué tiene de especial este lugar? Podríamos decir que dos cosas:
- Su diseño. Esta gruta artificial hecha de granito tiene un diseño único.
- Su interior. Esta caverna alberga en su interior una monumental estatua de Buda, considerada como una pieza muy apreciada del arte budista. Lamentablemente no te podemos mostrar ninguna fotografía ya que fotografiar el interior está totalmente prohibido.
La visita a este templo se puede realizar combinada con la de Bulguksa. Ambos lugares están conectados entre sí y con la ciudad por un servicio de transporte público.
La entrada a la Gruta de Seokguram es gratuita.