Ocho lugares que tienes que ver en Berna

Berna

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Aunque se trate de una capital europea, Berna es una ciudad relativamente pequeña ya que cuenta con algo más de 130.000 habitantes. Así que, como os podéis imaginar, no toma mucho tiempo visitar los lugares de mayor interés turístico.

Berna también se ha ganado el título de ser una de las ciudades del mundo, con una mayor calidad de vida. Aunque, bueno, en general, por todo el país helvético la calidad de vida es estupenda.

Los lugares más interesantes se encuentran concentrados en la ciudad vieja de Berna, la cual está inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1983, gracias a su arquitectura medieval conservada a través de los siglos.

La ciudad vieja de Berna comenzó a construirse en el siglo XII sobre una estrecha colina rodeada por el río Aar. Resulta muy placentero deambular por sus calles, adornadas con numerosas fuentes.

Si os apetece conocer un poquito más esta bonita ciudad medieval, quédate con nosotros y descubrirás que ver en Berna.

1. La Catedral (Münster)

De estilo gótico tardío, la catedral de Berna comenzó a construirse en 1421, pero no se terminó hasta el año 1893. Lo que más llama la atención es su elevada y compleja torre con aguja. Esta torre es tan sumamente alta, más de 100 metros de altura, que ha convertido a la catedral de Berna en el edificio religioso más alto de Suiza.

En el tímpano del portal central se encuentra esculpida una representación del Juicio Final, con más de 200 figuras, llena de movimiento y color.

2. La Torre del Reloj (Zeitglockenturm)

Se trata de uno de los símbolos más conocidos de Berna. Su construcción empezó en 1191 y fue finalizada en 1256. Con en paso del tiempo, conforme la ciudad iba creciendo de tamaño, la torre fue quedando más y más al centro.

Aunque en un principio fue construida como puerta principal de acceso a la ciudad, por un tiempo fue utilizada como torre de vigilancia y también como prisión para mujeres.

Desde hace más de 600 años toca la hora en forma regular y muy especial. Justo 4 minutos antes de la hora se pone en marcha y comienza un auténtico espectáculo: un gallo cacarea tres veces, mientras una serie de figuritas de osos se ponen en movimiento, dando vueltas, entrando y saliendo del interior de la torre.

También hay un llamativo reloj astronómico que data del siglo XVI.

3. Ayuntamiento (Rathaus)

Este bello edificio, construido a comienzos del siglo XV, tiene una elegante fachada de estilo gótico tardío.

Durante varios siglos el ayuntamiento no solo fue utilizado para temas políticos, ya que también fue usado como archivo, Cámara del Tesoro, Fábrica de la Moneda e Imprenta Estatal

Destaca por presentar, en la planta baja, un vestíbulo con sólidas columnas y lucir, en la fachada, una elegante escalinata doble, con un bonito reloj en el centro.

4. Palacio Federal (Bundeshaus)

Este sorprendente edificio alberga la sede del gobierno suizo (Consejo Federal) y del Parlamento (Consejo Nacional y Consejo de los Estados).

El edificio se compone de tres cuerpos: Dos cuerpos laterales, construidos en el siglo XIX y un cuerpo central, coronado con una enorme cúpula verde, construido en 1902.

Fachada sur del Palacio Federal.

En años recientes este edificio, representativo de la arquitectura de finales del siglo XIX, se ha sometido a una importante obra de renovación.

Fachada norte del Palacio Federal.

5. Las Fuentes

A veces, los rincones, los pequeños detalles hacen que una ciudad se convierta en única. Esto ocurre en el caso de Berna, con sus fuentes. Tal vez, a primera vista, una fuente pudiera pasar desapercibida. Sin embargo, existe una gran colección de ellas, nada mas y nada menos que once fuentes, las cuales caracterizan el aspecto de la ciudad. De hecho, la incomparable apariencia de las preciosas calles de la Berna medieval no estaría completa sin sus fuentes.

Antiguamente, estas fuentes públicas desempeñaban un papel muy importante, puesto que eran un lugar de aprovisionamiento de agua y también un importantísimo lugar de reunión para los ciudadanos. En la actualidad, esta finalidad ha pasado a un segundo plano, desempeñando hoy en día un papel puramente decorativo, dando vida y color a las calles.

Estas fuentes, construidas en el siglo XVI, tienen en común un estanque de piedra y sobre éste, una columna central sobre la que descansan diversas figuras pintadas con vívidos colores.

A continuación, os describimos algunas de estas fuentes.

La fuente del Ogro devorador de niños (Kindlifresserbrunnen)

Sita en la Kornhausplatz, esta es la más popular, a la vez que la más horrenda.

Fue creado entre 1545 y 1546 por Hans Gieng, para reemplazar una fuente de madera del siglo XV. 

Aparece representado un ogro sentado, comiéndose a un niñito desnudo. A su lado hay una bolsa con más niños.

La Fuente Anna Seiler (Anna-Seiler-Brunnen)

​Se trata de una propiedad cultural suiza de importancia nacional y es parte del Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO en la ciudad vieja de Berna.

La fuente, que se encuentra en el extremo superior de Marktgasse conmemora a la fundadora del primer hospital de Berna. Anna Seiler está representada por una mujer en un vestido azul, vertiendo agua en un plato pequeño.

Fuente Zähringer

Ubicada en la calle Kramgasse, debajo de la torre Zytglogge, esta fuente fue construida en 1535. 

La figura de la fuente es un oso de pie, como si fuera un soldado, con casco y con espada, sujetando con la pata derecha un estandarte y con la pata izquierda un escudo. Entre sus patas se encuentra sentado un cachorro de oso comiendo un racimo de uvas.

La Fuente de Sansón (Simsonbrunnen)

Si continuamos por la ya citada calle Kramgasse nos toparemos con esta fuente, construida en 1544 por Hans Gieng y declarada bien cultural de importancia nacional.

La fuente representa la historia bíblica de Sansón matando a un león que se encuentra registrada en el libro de Jueces.

La Fuente Venner

Fuente ubicada en la Rathausplatz, justo frente al ayuntamiento. Es Propiedad cultural de importancia nacional.

La estatua, construida en 1542, muestra un Venner con armadura completa con su estandarte. El Venner era un título político-militar en la Suiza medieval. Era responsable de la paz y la protección en una sección de una ciudad.

La Fuente de la justicia (Gerechtigkeitsbrunnen)

En la Gerechtigkeitsgasse podemos encontrar la fuente octogonal de piedra caliza creada en 1543 por Hans Gieng.

En la parte superior de la fuente aparece representada una mujer, que simboliza la justicia, con los ojos vendados, que levanta una espada con la mano derecha y lleva una balanza en la mano izquierda.

La Fuente de Moisés (Mosesbrunnen)

Ubicada en la plaza de la Catedral. La estatua data de 1544 y representa a Moisés con los Diez Mandamientos para las tribus de Israel.

6. La calle Kramgasse

Esta calle es uno de los ejes principales de la ciudad medieval de Berna. A ambos lados de la calzada, se pueden observar las compuestas de sótanos, donde se albergan las antiguas bodegas, algunas de ellas transformadas en interesantes cafés y restaurantes.

Lo más destacado de esta calle es la ya citada torre del Reloj y el edificio sito en el número 49. Aquí, en un segundo piso, el famoso físico Albert Einstein, residió entre los años 1903 y 1905.  En la actualidad es un museo dedicado a este científico, con muebles y diversos documentos que fueron el escenario en el que Einstein efectuó sus primeras investigaciones sobre la relatividad.

7. El Puente Untertorbrücke

Berna cuenta con varios puentes que unen la parte nueva de la ciudad con la parte medieval. Entre ellos destaca el Untertorbrücke, que es el puente más antiguo de Berna, reconstruido en piedra durante el siglo XV, con torres de defensa.

8. El Parque de los osos (Bärenpark)

Si tenemos que relacionar un animal con esta ciudad, indudablemente sería el oso. Y es que este animal ha marcado profundamente la historia y la cultura de Berna. Podemos ver la silueta de un oso en su escudo, también aparecen varios osos en la icónica torre del reloj Zytgloggeturm, en la fuente Zähringer… Es más, se dice que el duque que fundó la ciudad, prometió que le daría el nombre del primer animal que cazase. Y ¿qué es lo que cazó? Como seguro que os estáis imaginando, fue eso, un oso. La palabra oso se dice en alemán “Bär”, de ahí el nombre de Berna.

Así que los ciudadanos de la capital helvética sienten tanta pasión por estos animalitos, que decidieron crear un extenso parque dedicado a los osos.

El parque está en un terreno que se extiende desde el antiguo foso de los osos, construcción  defensiva del siglo XV, hasta la orilla del río Aar que queda justo enfrente del casco histórico.

El foso Bärengraben está incluido en el Inventario Federal de Bienes Culturales de Importancia Nacional y goza de la máxima protección cantonal.

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