A unos 14 kilómetros de la ciudad de Sevilla, en el término municipal de Santiponce, se halla una antigua ciudad romana, fundada en el año 206 a.C., llamada Itálica.
Durante los siglos I y II, se convirtió en una importante ciudad que alcanzó un gran esplendor. Pero con el paso de los siglos, fue abandonada, llegando incluso a ser objeto de continuado expolio.
En la actualidad, este conjunto arqueológico se ha convertido en un auténtico atractivo turístico. Así que, si te encuentras visitando la ciudad de Sevilla y te gustan las ruinas arqueológicas, tienes que venir a Itálica sí o sí.
A continuación, os indicamos que ver en Itálica.
Las murallas
En época romana toda la ciudad estaba delimitada por un perímetro amurallado. Hay restos visibles en dos puntos del conjunto arqueológico.
El anfiteatro
Es la construcción más emblemática y atractiva de toda Itálica.
Su emplazamiento facilitó la construcción de tres niveles de graderío, destinados a las distintas clases sociales. Con una capacidad de 25.000 espectadores, fue uno de los anfiteatros más grandes del imperio.
En el centro de la arena, bajo el nivel del suelo, es visible un foso, por donde salían tanto gladiadores como fieras en los diferentes espectáculos.
El Traianeum
Es un templo dedicado al emperador Trajano, alzado por su sobrino-nieto y sucesor, Adriano.
Las termas
Itálica disponía de termas de carácter público, con piscinas de agua caliente, templada y fría y sudatorio. Tenía al menos dos complejos termales:
- Las termas de la ciudad vieja: También llamadas como las Menores o de Trajano, visitables dentro del pueblo.
- Las termas de la ciudad nueva: Conocidas popularmente como las Mayores o de la Reina Mora. Estas termas quedaron inacabadas y parte de ellas se encuentran sin excavar.
La Casa de la Exedra
Se cree que este edificio semipúblico de gran superficie fue una especie de sede de alguna asociación, donde la función residencial se compaginaba con otras actividades como los baños termales, celebración de reuniones o la práctica de deporte.
Destaca el patio porticado o peristilo, caracterizado por un estanque central de formas curvas y la estancia donde se haya una letrina colectiva, decorada dicha estancia con un pavimento de mosaico.
Casa de Neptuno
Excavado sólo parcialmente, se cree que esta casa tenía una funcionalidad similar a la de la casa de la Exedra, mencionada anteriormente.
Aquí se puede observar varias salas pavimentadas con mosaico. En estas estancias se localizan algunos ejemplos de los mosaicos mejores conservados de Itálica, como el mosaico de Teseo y el laberinto.
A la derecha de mosaico mencionado anteriormente, podemos ver otro igual de interesante. Se trata del mosaico de Baco, compuesto por una serie de cuadros.
Casa del Patio Rodio
Esta casa data del siglo II d.C., y los principales pavimentos de sus diferentes estancias eran mosaicos, algo muy habitual en Itálica.
De su colección de mosaicos, tres de ellos han sido hallados en las últimas excavaciones realizadas recientemente.
Casa de los Pájaros
Esta mansión, destinada exclusivamente a los notables, destaca por su ubicación privilegiada y por la excelente calidad de la construcción.
Alrededor de un patio porticado, hay una serie de salas pavimentadas con bonitos mosaicos, siendo uno de éstos el responsable de dar nombre al inmueble.
Al lado del salón comedor existen dos pequeños patios, uno al norte dotado con una fuente y un estanque decorado con un mosaico de temática marina.
Casa del Planetario
Al igual que en la casa de los Pájaros, esta mansión fue destinada exclusivamente a los notables de Itálica.
En torno al amplio patio porticado con columnas y jardín central, se distribuían las áreas domésticas como los dormitorios y los salones, organizados por medio de patios menores.
Uno de los mosaicos más llamativos es el que aparecen representados los siete días de la semana, fechado en la segunda mitad del siglo II d.C.
Establecimientos comerciales
Estos establecimientos, conocidos como «tabernae», ocupan los locales dispuestos en torno a los edificios residenciales. Se trataba de tiendas y talleres artesanales.
Uno de los establecimientos mejor conservado es una panadería donde sus hornos son perfectamente visibles.
Las vías públicas
Las vías de itálica, destinadas al tránsito rodado, son testigos del carácter monumental de esta ciudad romana.
Su trazado ortogonal se encuentra delimitado por sus manzanas edificadas en forma rectangular.
Hasta la fecha, se conoce un tramo de siete kilómetros de longitud, dispuesto la mayor parte sobre la red de cloacas.
El teatro
Construido entre los siglos 1 a.C. y 1 d.C, es la obra civil conocida más antigua de Itálica. Se halla al este de la ciudad, extramuros.
Aquí se puede distinguir sus elementos básicos: el graderío, con una capacidad para unas 3.000 personas, el escenario y el pórtico.
En este lugar tenía lugar la representación de obras trágicas, cómicas y espectáculos de mimo.
La entrada al conjunto arqueológico de Itálica es gratuita para todos los ciudadanos de la Unión Europea.
Para más información, podéis visitar: https://www.museosdeandalucia.es/web/conjuntoarqueologicodeitalica/inicio