En el año 25 a.C. el emperador Octavio Augusto fundó en España la ciudad de Augusta Emerita, capital de la provincia romana Lusitania.
Esta ciudad, hoy conocida como Mérida, conserva un importante Conjunto arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.
Si eres de los que te flipan las ruinas arqueológicas, Mérida te va a encantar. Una ciudad llena de historia que cuenta con un teatro, un anfiteatro, un circo, acueductos, puentes y muchas cosas más.
Quédate con nosotros que a continuación te contamos que ver en Mérida.
¿Cómo visitar el conjunto arqueológico?
Existen principalmente dos formas. Todo depende del tiempo que uno disponga.
Si uno dispone de muy poquito tiempo, compraría una entrada individual del lugar que quiere visitar.
Pero si se dispone de más tiempo, recomendamos comprar la entrada al Conjunto Monumental Completo, ya que sale mucho más económico. Esta entrada incluiría los siguientes lugares:
- Teatro
- Anfiteatro
- Casa del Anfiteatro
- Alcazaba
- Circo
- Área arqueológica de Morería
- Cripta Sta. Eulalia
- Casa Mitreo-Columbarios
Precio:
- Normal:16´50 €
- Reducida: 8´50 €. Para menores entre 13 y 17 años, mayores de 65 años, familias numerosas…
- Gratis: Niños hasta 12 años
Para más información o para poder reservar las entradas online, aquí os dejamos el enlace de su página web.
Anfiteatro Romano de Mérida
Este antiguo recinto fue destinado para espectáculos de luchas entre gladiadores, entre fieras o entre hombres y fieras que, junto a las carreras en el circo, fueron las preferidas por el pueblo romano.
Fue construido por el Imperio Romano a finales del siglo I a. C. Desde entonces hasta el siglo IV fue utilizado por gladiadores prisioneros de guerra, esclavos, delincuentes e incluso por algunos hombres libres que elegían la gladiatoria como forma de vida. A partir en entonces fue abandonado hasta el punto de que permaneció parcialmente enterrado hasta principios del siglo XX.
En 1912 fue nombrado Bien de Interés Cultural y desde 1993 es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como parte del Conjunto arqueológico de Mérida.
Las gradas, divididas en tres sectores, tenían una capacidad para unos 14.000 espectadores. La arena, de planta elíptica, era donde se desarrollaban los espectáculos. En el centro de ella se cavó una gran fosa con forma de cruz, utilizada muy probablemente para almacenar las jaulas de las fieras y el material escénico.
Precio de la entrada anfiteatro junto con el teatro:
- Normal: 12´50 euros
- Reducida: 6´20 euros
Teatro Romano, un imprescindible que ver en Mérida
Junto al anfiteatro se halla otro gran atractivo turístico de Mérida, su teatro romano.
Fue edificado durante el siglo I a.C. Posteriormente el teatro sufrió varias remodelaciones, la más importante durante el siglo I d. C., cuando se levantó el frente escénico actual, y otra en el siglo IV. A partir de entonces, con la implantación de la religión cristiana, el teatro dejó de ser utilizado, por considerar inmorales las representaciones teatrales. Así que, este colosal teatro fue entrando poco a poco en un periodo de decadencia, hasta llegar al más absoluto estado de abandono: demolido parcialmente y cubierto de tierra.
En 1910 comenzaron las primeras excavaciones arqueológicas y cinco décadas más tarde, fue reconstruido parcialmente.
Casa romana del Anfiteatro
Muy cerquita del anfiteatro y del teatro de Mérida podemos visitar este recinto que incluye, entre otras cosas, un tramo de la muralla, un mausoleo y restos de dos viviendas, datadas a finales del siglo I d. C. y que pervivieron hasta el siglo III. Tras su abandono, sobre ellas se ubicó una necrópolis.
De una de ellas, la Casa de la Torre del Agua, poco se conserva, ya que quedó arruinada por el paso de un arroyo. Sin embargo, de la otra, de la Casa del Anfiteatro, se puede apreciar los restos de sus patios y habitaciones. Esta vivienda perteneció a una familia de cierto estatus social. Esto se puede apreciar en sus complejos y bellos mosaicos.
Precio de la entrada:
- Normal: 6´20 euros
- Reducida: 3´20 euros.
Museo Nacional de Arte Romano
Con tantos tesoros arqueológicos, no es de extrañar que Mérida cuente con un museo dedicado al arte romano.
Recorrer su galería te hará viajar en el tiempo, te transportará a la época en la que Roma era una auténtica potencia mundial.
Este museo alberga una excelente colección de objetos hallados en el yacimiento emeritense, como pudieran ser restos de esculturas, frisos, mosaicos, armas…
El precio de la entrada es de 3 euros. Sin embargo, cabe la posibilidad de visitar el museo de forma gratuita. Aquí os dejamos el enlace de este museo, para más información al respecto.
Templo de Diana
Este templo romano, uno de los principales de la urbe, a juzgar por su dedicación y por el lugar preeminente que ocupaba, fue construido en el siglo I d. C.
Se levantó en el foro municipal de la ciudad romana siguiendo la configuración habitual de los templos de la antigüedad clásica y es el único edificio religioso romano que ha perdurado en Mérida en un estado de conservación excepcional.
El templo se llama «de Diana» desde que en el siglo XVII así lo identificara un historiador local. Sin embargo, según las últimas excavaciones arqueológicas en el entorno del edificio y teniendo en cuenta la ubicación del mismo, hace pensar que el templo en realidad estuvo dedicado al culto imperial.
La construcción de planta rectangular se eleva sobre un podio. Sobre este podio se eleva una columnata de unos ocho metros de altura, la cual rodea todo el templo, 6 columnas en su frente y 11 columnas en los laterales.
Las columnas, con fuste estriado, tienen unos capiteles de orden corintio.
Todos los elementos se elaboraron en piedra de granito, recubiertos de estuco.
Desde 1993 está declarado Patrimonio de la Humanidad como parte del Conjunto arqueológico de Mérida.
Pórtico del Foro
Muy cerquita del Templo de Diana, se halla el Pórtico del Foro, estructura que formaba parte del antiguo Foro Municipal de Augusta Emerita.
Este monumental edificio porticado, construido a mediados del siglo I, estuvo íntegramente revestido de mármol y estaba compuesto por grandes columnas corintias. Sobre ellas descansaba un friso ornamentado con medallones y estatuas.
Los muros de cierre cuentan con unas cavidades en las que iban dispuestas tanto estatuas de la familia imperial como de dioses.
Arco de Trajano
Este arco de granito fue construido en época romana como puerta de acceso a un conjunto monumental de culto imperial.
Ocupó una posición privilegiada en el urbanismo de Augusta Emerita, situándose sobre una de sus dos calles principales, el Cardo Maximus, que recorría la ciudad romana de este a oeste.
Para su construcción se utilizó un armazón de madera curvo, que aseguraba la fijación de los bloques de granito.
Además del arco principal, de 15 metros de altura, se cree que originalmente contaba con otros dos accesos laterales de menor tamaño.
Debéis de saber que su nombre lleva a la confusión ya que no existe ningún fundamento que lo relacione con el emperador Trajano.
Alcazaba de Mérida
Construida en el siglo IX, es la fortificación musulmana más antigua de la península ibérica.
La alcazaba, de planta cuadrada, se encuentra protegida por sus muros de 2´70 metros de anchura y 10 metros de altura. Varias torres se encuentran distribuidas a lo largo de esta muralla. Para potenciar todavía más su carácter defensivo, todo el perímetro de esta extensa alcazaba estaba rodeado por un gran foso, salvo el lateral que da al Guadiana.
En el patio de este fortín podemos ver restos arqueológicos de época romana, como por ejemplo la calzada principal de la ciudad, una casa romana, así como los cimientos de la muralla y de una puerta monumental.
Pero, lo que más nos gustó del interior de este recinto es una pequeña torre, originalmente de tres plantas, que desempeñaba funciones tanto militares como religiosas. En la actualidad solo se conserva la planta baja, cuyo sótano alberga un precioso aljibe subterráneo que almacena agua filtrada desde el río Guadiana.
El acceso se realiza a través de un gran vestíbulo, con dos puertas opuestas y una escalera doble.
Precio de la entrada:
- Normal: 6 euros
- Reducida: 3 euros
Puente Romano
Muy cerquita del Alcazaba, atravesando el río Guadiana, tenemos otro vestigio de la ingeniería civil del Imperio Romano.
Se trata de un puente romano, construido a finales del siglo I a.C. Tiene más de 790 metros de longitud y descansa sobre sesenta arcos.
Desde diciembre de 1991 este puente es peatonal.
Área arqueológica de Morería
En este lugar podrás admirar como las construcciones modernas conviven respetando los restos arqueológicos.
La visita está incluida en la entrada conjunta. Si no dispones de ella, creemos que no merece la pena dado que tiene un precio bastante elevado teniendo en cuenta que lo que se puede ver aquí es relativamente poco: una calzada romana y restos de algunas viviendas. Pero desde luego, si has comprado la entrada conjunta, aprovéchala y visita también este lugar.
Circo Romano
La mayoría de los circos romanos levantados en España fueron edificados durante el siglo II. Sin embargo, el circo de Mérida fue construido en el siglo I, pocas décadas después de la fundación de la ciudad.
Este imponente recinto, utilizado para los espectáculos de carreras de carros, tiene una planta ovalada de unos 433 metros de longitud y 114 metros de anchura. Y sus gradas tenían una capacidad para unos 30.000 espectadores. Por la magnitud de sus proporciones se erigió extramuros de la ciudad.
Este circo romano tiene la peculiaridad de ser uno de los más antiguos de la Península Ibérica y uno de los más importantes de todo el Imperio Romano después del Circo Máximo de Roma.
A pesar de que solo se conservan las ruinas de sus cimientos, es uno de los mejores conservados y uno de los pocos recintos de este tipo que se pueden contemplar en toda su planta.
Se cree que estuvo en uso hasta el siglo VI. Una vez en desuso, cayó en el abandono. De hecho, en el siglo XVII el circo romano no era más que un campo sembrado de cebada hasta que a principios del siglo XX comenzaron las primeras excavaciones.
Precio:
- Normal: 6 euros
- Reducida: 3 euros
Acueducto de San Lázaro
Esta obra de ingeniería civil, de casi mil metros de longitud, es una de las conducciones utilizadas para abastecer de agua a Emérita Augusta, como así se llamaba Mérida en la época romana.
Fue construido en el siglo I y los materiales utilizados fueron principalmente ladrillo y granito.
Los primeros tramos eran subterráneos y disponían de entradas para que las personas de mantenimiento pudieran limpiarlo.
Con el tiempo este acueducto romano se quedó inutilizado y en el siglo XVI, en vez de restaurarlo, se decidió construir uno nuevo, utilizando muchos de los sillares del antiguo. En la actualidad solo se conservan tres pilares y los arcos intermedios de ese histórico acueducto.
Acueducto de los Milagros
De este colosal acueducto se conservan más de ochocientos metros y algunas de sus pilas se alzan veintisiete metros por encima del terreno. Así que, dado el tiempo transcurrido es razonable que a esta obra de ingeniería civil se le llame popularmente el Acueducto de los Milagros.
Era utilizado para transportar el agua procedente del pantano de Proserpina, ubicado a unos cinco kilómetros y suministrar dicha agua al lado oeste de la ciudad. Gran parte de la conducción era subterránea.
En la construcción de este acueducto romano se utilizó principalmente dos materiales, el granito y el ladrillo, creando de esta forma un vistoso efecto con la mezcla de los dos colores.
Plaza de España
Dejando atrás las ruinas arqueológicas, uno de los lugares que podemos visitar es la Plaza de España, una animada plaza que es en realidad el corazón de la vida moderna de Mérida.
Además de sus numerosos bares y restaurantes, allí se encuentra el ayuntamiento, la concatedral metropolitana de Santa María la Mayor y el Palacio de los Vera – Mendoza.
Esperamos que os haya gustado. Si os apetece hacer alguna excursión por la zona, podéis seguir leyendo nuestro enlace sobre que lugares ver en Extremadura.