Este encantador pueblo es la entrada de la Ruta de los Pueblos Blancos. Algo que hace que Arcos de la Frontera sea tan especial es su privilegiado enclave. Erigida sobre una elevada cumbre, La Peña, a cuyos pies discurre el río Guadalete, sus casitas blancas parecen asomarse sin vértigo al precipicio.
Sus laberínticas calles empedradas y empinadas te conducirán hasta su casco antiguo, declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional y considerado uno de los más bellos de toda Andalucía.
A continuación, os indicamos qué ver en Arcos de la Frontera.
La Plaza del Cabildo, un imprescindible que ver en Arcos de la Frontera
En el corazón de este municipio, encontramos un punto de partida para tu visita muy interesante, la Plaza del Cabildo. En realidad, la plaza en si no es demasiado espectacular ya que, al no ser peatonal, está llena de muchos coches aparcados. Este hecho, en nuestra opinión, le hace poco fotogénica. Pero claro, seguro que te preguntarás por qué te estamos aconsejando que comiences aquí tu visita. La razón principal es que esta plaza está delimitada por sus cuatro lados por importantes puntos de atracción turística:
- La Basílica Menor de Santa María de la Asunción
- El Ayuntamiento y el Castillo Ducal
- El mirador, con unas vistas espectaculares.
- El Parador de Turismo, que fue la antigua casa del Corregidor.
Basílica Menor de Santa María de la Asunción
Esta iglesia, asentada sobre los restos de una antigua mezquita árabe, es la más antigua de la localidad.
Declarada Monumento Nacional en 1931, esta iglesia ha sufrido profundas remodelaciones. Su aspecto principal es producto de las obras realizadas entre los siglos XV y XVI.
Arquitectónicamente, en su interior, predomina un estilo gótico. Sin embargo, su exterior es diferente. Por ejemplo, su portada es de estilo gótico plateresco.
En el lateral que da a la Plaza del Cabildo se puede contemplar su robusta torre, proyectada en el siglo XVIII, como un referente a la Giralda. Se trata de una torre de planta cuadrada que presenta tres cuerpos: portada, balcón y campanario. En esta enorme pero inacabada torre, se conjugan elementos renacentistas con otros barrocos.
Castillo de los Duques de Arcos
Este castillo, también conocido como el Castillo Ducal, fue durante la época musulmana alcázar militar.
Después de la reconquista, con los cristianos, el edificio pasó a ser residencia de los Duques de Arcos.
Es una pena que no se pueda acceder a su interior ya que, al tratarse de una propiedad privada, no se puede visitar.
Iglesia de San Pedro
Sobre los restos de una antigua fortaleza hispanomusulmana, se levantó en el siglo XVI este templo, que representa en Cádiz uno de los grandes exponentes de la arquitectura religiosa de finales del gótico.
Se trata de una iglesia de una sola nave, de planta rectangular, a la que se le adosan seis capillas laterales, tres a cada lado.
Dominando el conjunto, se encuentra su majestuosa torre fachada, realizada, en el siglo XVIII, en estilo barroco y con influencia de la escuela sevillana. En su fachada principal se distinguen claramente sus tres cuerpos de altura: la portada, el balcón y el campanario, rematado con un reloj.
Palacio del Mayorazgo
Este edificio, sito en la calle Núñez de Prado, se construyó en el siglo XVIII como residencia de una familia. Su fachada pequeña pero muy ostentosa está compuesta por dos cuerpos, el primero de ellos con columnas pareadas a ambos lados de la puerta.
De su interior destacan sus dos magníficos patios columnados y, en la parte trasera, un jardín que ha sido habilitado como jardín Andalusí.
Hoy en día está dedicado a distintos servicios municipales, principalmente como salas de exposiciones tanto temporales como permanentes.
La Calle Cuesta de Belén
En esta calle existió una de las tres puertas de acceso a la ciudad. La antigua puerta de Jerez, que era tal como se llamaba, era de época musulmana y contaba con tres arcos, barbacana, foso y puente levadizo.
En una mala deliberación urbanística, se decidió derrumbar esta puerta en el año 1852.
Como suele decir un refrán, “no es oro todo lo que reluce” y con el arco que veis en la foto ocurre lo mismo. Si os acercáis hasta él lo podréis comprobar.
El palacio del Conde del Águila
Subiendo por la empinada calle Cuesta de Belén, anteriormente mencionada, al comienzo de la misma, encontramos esta casa palaciega, una de las más antiguas de Andalucía. Fue construida en el siglo XV, en un estilo gótico – mudéjar.
De esta noble casa llama mucho la atención su bonita fachada, en particular la decoración tan exquisita de la ventana del piso superior.
Los miradores
Si vienes a Arcos de la Frontera tienes que visitar algunos de sus miradores si o si. Aquí os indicamos algunos de ellos:
- El mirador de la Plaza del Cabildo: Se trata de un balcón sobre el filo de la Peña de los Arcos, una roca cortada con más de cien metros de altura, desde donde podrás disfrutar de unas maravillosas vistas panorámicas.
- Mirador de Abades: Justo en la entrada al mirador, podrás encontrar un romántico rincón, el arco del beso. Se le llama así porque en el existe un letrero que dice «Bésame en este arco». Así que como nosotros somos muy obedientes…
- Mirador de San Agustín
- Mirador de Peña Vieja
- Mirador de Cardenal Espínola.
La Puerta de Matrera
Esta puerta es el único resto que queda de la antigua muralla árabe. Tuvo cuatro torres, conservándose solamente una de ellas.
Esta puerta comunica el casco antiguo con el Barrio Bajo.